En la esquina de la avenida Tlaxcala y calle 13 se encuentra don Catarino García Aguilar, quien por más de 50 años ha estado al frente del abarrotes “Nuevo México”, un pequeño comercio que ha sobrevivido a las crisis y a la competencia que existe ante la llegada de tantas tiendas de conveniencia.
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Buenos tiempos y otros no tanto, son lo que vienen a la memoria de don Catarino al hablar de la historia del comercio del que se ha apoyado para sacar adelante a sus hijos y a su esposa desde el día en que proveniente de Guanajuato llegó hasta esta ciudad fronteriza.
“He pasado más de la mitad de mi vida en esta tienda, me ha tocado ver como muchos de los que antes venían a comprar han fallecido, pero también como nuevas generaciones han llegado y ahora son nuestros clientes. Eso me hace muy feliz”, expresó el hombre de 80 años de edad, quien además es un apasionado lector de TRIBUNA DE SAN LUIS.
Sin embargo, don Catarino no ha sido ajeno a asaltos, robos y daños en su tienda, pues en medio siglo de labor, le ha tocado ver de todo, incluso como los gustos de la gente al comprar han cambiado.
“Recuerdo que antes vendíamos hasta trigo, purina, maíz blanco y cosas que hoy en día no las encuentras tan fácil, pero hoy la gente ha cambiado sus gustos, buscan lo que menos tiempo les quite, como las sopas instantáneas, todo lo enlatado y las “chucherías” no pueden faltar”, agregó.
He pasado más de la mitad de mi vida en esta tienda, me ha tocado ver como muchos de los que antes venían a comprar han fallecido, pero también como nuevas generaciones han llegado y ahora son nuestros clientes
Actualmente, en la ciudad son pocas las tiendas de abarrotes de antaño que a la fecha sobreviven ante la llegada de cientos de tiendas de conveniencia, con las que, en evidente desventaja, compiten y han perdido terreno.
“Llegaron como plaga (al referirse a las tiendas de autoservicios), nos pusieron una en cada esquina y muchos de los que tenían años en sus abarrotes han desaparecido y los que aún seguimos, lo hacemos porque tal vez no tengamos otra manera de sobrevivir. Hay muy pocas ventas, es fuerte pero ahí poco a poco van las cosas”, compartió.
La tienda de don Catarino es de los pocos abarrotes de antaño que han sobrevivido a la llegada de cientos de tiendas de conveniencia a la ciudad; lleva más de 50 años atendiendo personalmente su negocio