Cada 22 de marzo celebramos el Día Mundial del Agua, una fecha dedicada a reconocer la importancia vital del agua en nuestras vidas y en el ecosistema.
Esta celebración, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, tiene como objetivo principal sensibilizar y concienciar sobre la necesidad de preservar y gestionar de manera sostenible este recurso fundamental para la supervivencia de todas las formas de vida en el planeta.
Sin embargo, a pesar de su valor incalculable, millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a agua potable y servicios de saneamiento básico, lo que representa un desafío urgente que requiere atención global.
El tema elegido para el Día Mundial del Agua de este año, "Agua para la prosperidad y la paz", resalta la necesidad de abordar las inequidades en el acceso al agua y promover prácticas de gestión responsables que garanticen su acceso a todo el mundo por igual.
En este día, se llevan a cabo diversas actividades, como conferencias, exposiciones, concursos y campañas de sensibilización, con el fin de fomentar la reflexión y la acción colectiva para enfrentar los desafíos relacionados con el agua.
El agua es un elemento indispensable para la salud humana, el desarrollo socioeconómico y la preservación del medio ambiente. El 71% de la superficie terrestre está cubierta de agua, pero solo el 2.5% es agua dulce, y la mayor parte de esa agua está congelada en glaciares y casquetes polares.
En la agricultura
El agua es esencial para la agricultura y la producción de alimentos: aproximadamente el 70% del agua dulce se utiliza para la agricultura en todo el mundo, una práctica que predomina en el valle de San Luis Río Colorado.
La siembra de hortalizas representa el 10% de la actividad agrícola del municipio. Esto se establece con una variedad de al menos 26 hortalizas, entre ellas el espárrago, el brócoli, la palma datilera y el cebollín.
Por otra parte, San Luis no ha dejado de sembrar algodón desde 1917, año al que se remonta la fundación de la ciudad como tal cuando los primeros pobladores de estas tierras sembraron maíz y algunas hortalizas para después dar paso al algodón, cultivo fue la clave del desarrollo económico del municipio.
Por este motivo, es crucial que cada individuo y comunidad asuma la responsabilidad de proteger y preservar este recurso preciado, adoptando prácticas de uso eficiente y sostenible del agua en todos los aspectos de la vida cotidiana.
¿Cómo podemos ahorrar agua?
Reparar fugas: Las fugas de agua pueden ser una fuente significativa de desperdicio. Revisa regularmente grifos, cañerías y sistemas de plomería en busca de fugas y repáralas de inmediato. Incluso una pequeña fuga puede desperdiciar cientos de galones de agua al mes si no se soluciona.
Instalar dispositivos de bajo flujo: Los dispositivos de bajo flujo, como los aireadores en los grifos y los cabezales de ducha de bajo consumo, reducen la cantidad de agua que sale sin comprometer la presión del agua. Esto puede resultar en un ahorro significativo de agua sin afectar la experiencia del usuario.
Cerrar el grifo: Muchas personas dejan correr el agua mientras realizan tareas como cepillarse los dientes, lavarse las manos o lavar los platos. Cerrar el grifo cuando no esté en uso puede evitar el desperdicio de grandes cantidades de agua.
Lavar la ropa con carga completa: Lavar la ropa con una carga completa en lugar de varias cargas pequeñas puede ayudar a reducir la cantidad total de agua utilizada en el proceso de lavado.
Reutilizar el agua: Recolectar y reutilizar el agua de lluvia es una forma efectiva de conservar este recurso. Además, el agua utilizada para lavar frutas y verduras o para cocinar puede recogerse y utilizarse para regar plantas en lugar de desecharse por el desagüe.
Instalar inodoros de bajo consumo: Los inodoros de bajo consumo utilizan menos agua por descarga en comparación con los modelos más antiguos. Esto puede resultar en un ahorro significativo de agua a lo largo del tiempo.
Regar eficientemente: Regar las plantas temprano en la mañana o tarde en la noche puede minimizar la evaporación y asegurar que el agua se absorba eficientemente por las raíces, reduciendo así la necesidad de regar con frecuencia.
Educación y concienciación: La educación y la sensibilización sobre la importancia de la conservación del agua son fundamentales para fomentar un cambio de comportamiento a nivel individual y comunitario. Promover prácticas de uso responsable del agua y compartir información sobre técnicas de conservación puede ayudar a inspirar a otros a tomar medidas para proteger este recurso vital.
¿Cuánta agua debemos tomar?
La cantidad de agua que una persona debe tomar varía según diversos factores, como el peso corporal, la edad y la salud en general, tomando en cuenta que el 60% del peso corporal de un adulto promedio está compuesto por agua.
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Una recomendación general respaldada por la ciencia es la "Regla de los 8x8", que sugiere beber al menos 8 vasos de 8 onzas de agua al día, lo que equivale aproximadamente a 2 litros.
Sin embargo, esta cantidad puede variar según las necesidades individuales. Algunas pautas sugieren ajustar la ingesta de agua en función de factores como la actividad física, el clima y las necesidades individuales de hidratación.