El señor Ernesto Quezada López recuerda como si fuera ayer su llegada a San Luis Río Colorado, el 22 de noviembre de 1965, un Día de Santa Cecilia, a donde vino a probar suerte con la fabricación y venta de paletas de hielo.
“Don Neto” como lo llaman cariñosamente sus familiares y amigos, platicó que nació el 10 de diciembre de 1940 en Teocaltiche, Jalisco, en donde vivió parte de su infancia al lado de sus padres, Jerónimo Quezada y Maurilia López y también de sus hermanos.
Ernesto contó que su papá en algún tiempo se dedicó a la sastrería y después empezó con la fabricación y venta de paletas de hielo abriendo un negocio propio que funcionó en diversas ciudades del país, entre éstas Guaymas, Sonora.
“Desde niño ayudé a mi papá en su negocio, aprendí a hacer las paletas, nieves, bolis y algodones de azúcar que era lo que vendíamos y con el paso de los años, me independicé y abrí mi propio local en Coatzacoalcos, Veracruz”, externó conmovido Don Neto.
En Coatzacoalcos la venta de paletas no era muy buena debido a que el clima no se prestaba para que la gente comprara porque llueve mucho, por eso Ernesto tomó la decisión de venir a San Luis Río Colorado, Sonora a probar suerte con la paletería.
En su arribo a esta frontera, Ernesto llegó acompañado de su hermano Abelardo quien tenía una paletería en Los Mochis, Sinaloa; ellos venían con la firme idea de incursionar en la comercialización de paletas de hielo por lo que traían consigo el equipo necesario para emprender un negocio.
En un local ubicado en la avenida 5 de mayo y calle Quinta empezaron a trabajar en 1965, con la ilusión de convertirse en comerciantes exitosos y así fue, pues desde hace 54 años la paletería “La perla del Golfo” sigue abierta atendiendo a su numerosa clientela.
HAN INNOVADO EN LOS SABORES
Por su parte, Emelia, esposa de Ernesto, resaltó que lo conoció en Coatzacoalcos, pero al poco tiempo él se fue a radicar a otro lugar y sólo mantenían comunicación a través de cartas.
Al paso de los años, Emelia contrajo matrimonio con Ernesto, logrando formar una familia con 11 hijos, todos involucrados ahora en la venta de paletas, nieves y bolis, con negocios en San Luis, Puerto Peñasco y Mexicali.
“La perla del Golfo” ha ido incrementando los sabores de los productos que ofrece porque así lo demandan los clientes, por ejemplo, se pueden disfrutar paletas de Nutella, gansito, galleta, pico de gallo, pingüino, mango, fresa con vainilla y otros como sándwiches de nieve, además de las tradicionales de limón, coco, fresa y esquimales.
En la actualidad, se encargan de atender este negocio Carmen y Mary, hijas de Don Neto, quienes a pesar de que concluyeron una carrera universitaria se dedican de lleno al trabajo de la paletería, orgullosas de hacerlo porque es una empresa que su papá fundó y gracias a ésta les brindó una buena calidad de vida y educación.
“Hace tiempo, llegué a tener hasta 80 paleteros que recorrían la ciudad y el valle empujando los carritos, también tenía refrigeradores con mis productos en escuelas y comercios”, refirió Ernesto Quezada.