Angelina Tambo Portillo es una mujer que dedica parte de su tiempo libre a la enseñanza de la lengua cucapá, con la finalidad de preservar el dialecto que, en la actualidad, muy pocas personas de esta comunidad indígena hablan.
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Recientemente, Angelina Tambo puso en funciones en su casa una “escuelita” en la que imparte clases del idioma cucapá, pues considera importante transmitirlo a las nuevas generaciones.
La señora Tambo Portillo atiende, sin costo, a la población en general en la avenida San Antonio “A” entre las calles San Esteban y San Luis, número 204, de la Colonia Aviación número Dos, los sábados a las 10:00 horas.
En este lugar, también se abrió una sala de lectura coordinada por Samuel Roberto Lastra Morales, quien pone a disposición de la población gran variedad de acervo bibliográfico.
PROVIENE DE FAMILIA DE AGRICULTORES
Angelina contó que vivió una infancia y juventud muy feliz en el ejido Pozas de Arvizu, al lado de sus padres y hermanos. “Tengo bonitos recuerdos de esta etapa de mi vida. Disfruté mucho el tiempo con mi familia”, dijo.
Sus padres, Dionicio y Lucía, quienes ya fallecieron, fueron agricultores. “Mis papás eran ejidatarios. Sembraban trigo. Nosotros vivíamos de la agricultura. Casi todos se dedicaban a eso en Pozas de Arvizu”.
Desde niña, Angelina Tambo aprendió a elaborar accesorios con chaquira, sobre todo, pectorales cucapá que son toda una tradición en la cultura de esta tribu ancestral que por años ha estado asentada en el valle de San Luis Río Colorado y en otras ciudades de la región, incluyendo Estados Unidos.
Los niños y las niñas de Pozas de Arvizu, hace medio siglo, se divertían jugando en las calles de terracería a los “pin jacks” bebeleche y a las escondidas. Acudían a la escuela primaria del ejido y la mayoría al terminar el sexto grado ya no continuaban con sus estudios.
CONSERVA TRADICIONES CUCAPÁ
A pesar de que en la actualidad Angelina no reside en el ejido donde creció, aún conserva las tradiciones cucapá como son el portar vestimenta tradicional en eventos especiales como los funerales en los cuales danzan y cantan durante toda la noche para acompañar al difunto.
En el caso de las mujeres, acostumbran usar vestidos largos, con listones y pectorales de chaquira, portando en sus manos ofrendas para el muerto.
Otra costumbre que conserva es cocinar algunos de los platillos típicos de la tribu, entre los que mencionó el siruk, una especie de arroz, pero con elote y el chuwy que se prepara con carne y harina.
CREARON MURAL QUE MUESTRA SU CULTURA
Angelina es madre de 5 hijos a quienes enseña el dialecto y a tocar las maracas para acompañar los cantos tradicionales, pues considera necesario que ellos aprendan lo relacionado a la cultura cucapá para que no se extinga.
En la casa de Angelina se puede admirar, en el “porche”, un mural que fue pintado por su esposo, el señor Pedro Buitimea Sánchez quien pertenece a la etnia yaqui.
En el vistoso mural el autor pintó un paisaje integrado por un hombre cucapá que lleva en sus manos una flecha. También aparece el Río Colorado, el sol, las montañas y algunos elementos como el bastón con el que jugaban pelota e instrumentos de pesca, además de una pareja danzando alrededor de una fogata.
En este mural está escrita la frase “Chapay Jchaa´m Kuapa Suyat Yumat” que en español significa “Grupo cachanilla cucapá cantan bailan”.