Tras meses de lograr su reapertura controlada bajo los protocolos de higiene y salud, desde días atrás los casinos y el único cine que hay en la ciudad se vieron en la necesidad de volver a cerrar sus puertas al público, ante la indicación del Gobierno del Estado luego de un incremento importante en los contagios y muertes de Covid-19 en Sonora.
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En un recorrido por parte del staff de TRIBUNA DE SAN LUIS por la mayoría de los casinos y el complejo cinematográfico en la ciudad, se observó cómo éstos han colocado candados y el letrero de “Cerrado” en puertas.
Ricardo Trigo Ramírez, coordinador de la unidad local de Protección Civil destacó que, aunque no fue el Consejo Municipal de Salud el ente que instruyó a los comercios en mención de cerrar, previamente habían realizado recorridos entre éstos para percatarse de que siguieran los protocolos de salud.
“En su momento hicimos varios recorridos por los casinos y el cine, ellos cumplían perfectamente con las medidas de higiene y salud, incluso cuando les pedimos modificar su horario aún más, así lo hicieron, pero con el incremento de casos de contagios y muertes, la Secretaría de Salud desde el Estado les pidió cerrar”, expresó el funcionario municipal.
Previo a la reapertura hoy truncada por el alza en los contagios del nuevo coronavirus, representantes de casinos se habían abocado a las sesiones del Comité Municipal de Salud, para externarles la necesidad de abrir, al tomar en cuenta el desempleo de cientos de personas y demás afectaciones emanadas de la crisis salubre y económica, por lo que, tras analizarlo, el ente local lo aceptó, aunque esto terminó con la más reciente postura del Estado.
SE PIERDE LO GANADO
En un ejercicio de investigación se constó como tanto los casinos como el cine, eran de los pocos giros comerciales en la ciudad que cumplían al pie de la letra las recomendaciones de la Secretaría de Salud, tanto el uso del tapete desinfectante y el gel antibacterial en la entrada, el horario de apertura y cierre, el aforo, la higiene y la promoción del cubrebocas y la sana distancia.
Diferente a lo que ocurre en restaurantes, tiendas de autoservicios, de ropa y demás en diferentes zonas de la ciudad, en las que, a la vista de todos, no existe protocolo de salud, ni inspector que alcance a hacer la observación y el debido seguimiento.