Hoy se conmemora el Día de los Santos Inocentes, una fecha que, aunque es religiosa, se acostumbra en México realizar bromas entre familiares y amigos quienes repiten la frase “inocente palomita que te dejaste engañar”.

En esta fecha, 28 de diciembre, se celebra a los Niños Inocentes que el cruel Herodes mandó matar.

En un sondeo realizado entre los sanluisinos la mayoría dijeron que, durante su niñez, sus padres les inculcaron esta celebración haciendo bromas inocentes a miembros de su familia y amistades.

Destacaron que pedían algo prestado, ya sea un objeto o dinero y si la persona se los proporcionaba, se quedaban con éste y ya no lo regresaban; por lo general eran cantidades pequeñas y cosas sin mucho valor para no afectar tanto a la “inocente palomita”.

La señora Flor de la O comentó que cuando fue niña su papá le recomendaba que el 28 de diciembre se pusiera muy atenta ante este tipo de bromas porque si prestaba algo, lo iba a perder.

“Porque mi papá me decía que no fuera a caer en el engaño de otros el día de los Santos Inocentes, yo me ponía muy viva y cuando alguien me pedía algo prestado, no se lo daba”, externó.

Por otro lado, Alejandra Favela, de 22 años de edad; Selene López, de 31 y Cinthia Ramírez, de 22, coincidieron al señalar que jamás han oído hablar de esta celebración y mucho menos de las bromas que se realizan, además nunca han sido víctimas de éstas.

Cinthia Ramírez resaltó “No sé de esa celebración ni tampoco de las bromas que la gente hace. Me acabo de enterar por lo que tú me estás diciendo, pero no sabía de eso del 28 de diciembre”.

Gilberto Castillo, de oficio albañil, aseguró que de niño fue víctima de las bromas del Día de los Inocentes, pues cuando cursaba la primaria sus compañeros de clase le llegaron a pedir prestado dinero y no se lo pagaron.

“De niño sí caí en las bromas, pero ya no. Ahora nadie me quita nada porque cuando me piden algo este día (de los Inocentes) no lo presto. En mi casa me decían que no se me fuera a olvidar que era 28 de diciembre y aun así llegué a ser engañado por amigos”, comentó sonriendo el señor Castillo.