Se cumplirán seis meses del bloqueo a la oficina de la Reserva de la biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, en este contexto Magdalena Pérez Haro, una de las iniciadoras del movimiento, recordó cómo desde que tenía 8 años se dedicó a la maquila de especies marinas, lo que ahora no es posible con la veda del mar.
El bloqueo inició el 20 de septiembre del año pasado, un grupo de personas quienes se dicen afectadas por las restricciones a la pesca, tomaron las oficinas para exigir ser integrados al programa de compensación económica del Gobierno Federal, lo que hasta la fecha no ha ocurrido.
Magdalena, tiene 61 años, nacida en el Golfo de Santa Clara, ella recuerda cómo desde que tenía 8 años trabajó en la pesca, con ello ganaba dinero para comprarse dulces y muñecas.
“Llegaban los pescadores y les ayudamos a desenrollar el camarón, los pescadores nos regalaban producto; también me tocó trabajar con la totoaba, sacabamos el buche, le quitamos la grasa con arena y lo limpiamos con un cepillo, luego lo colgábamos en el sol; venían los chinos a comprarlo”, narró Pérez Haro al recordar los tiempos cuando la especie no era prohibida.
En el Golfo la pesca es la única fuente de ingresos, cuando ocurrió la veda del mar, Magdalena fue descartada de los apoyos por no ser pescadora.
“Cuando había pesca, cada hogar era un negocio; me pagaban con producto que después vendía preparado, me iba muy bien, ahora no tenemos ni para comer”, finalizó.