En los últimos cinco años, la industria de la belleza ha crecido exponencialmente en la ciudad, ya que en toda la mancha urbana se pueden apreciar que hay estéticas y negocios donde ponen uñas, incluso lo hacen en sus domicilios y todas ellas tienen buenos resultados y un futuro promisorio. La Financiera para el Desarrollo Económico de Sonora (Fideson), se han entregado 33 créditos, la mayor parte de ellos a mujeres, y varias de ellas se han dedicado a este rubro, dado el éxito que han conseguido en los últimos tiempos.
Para Guadalupe Valencia, tiene doce años dedicándose a la colocación de uñas, y reconoció que tuvo que entrar a este negocio por necesidad, debido a que atravesaba por varios problemas personales y encontró una fuente de ingreso en este ramo comercial.
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“Yo quise entrar a esto, para poder trabajar en la casa y no desatender a mis hijos, y sabía que siempre había trabajo, quería pensar que me iba a ir bien en él”.
Agregó que la inversión que se tiene que hacer para participar en este tipo de negocios, depende de cada persona, y de la calidad del servicio que quiere prestar al cliente, tanto a hombres como a mujeres.
“Si quieres dar una buena calidad, tiene que hacer una inversión más o menos fuerte; si quieres dar una calidad mala, pero sabes que el cliente no va a regresar, es baja”.
Dijo que a lo largo de los doce años que tiene en el negocio, ha logrado éxitos a base perseverancia, porque se trata de aguantar y tener paciencia para tener buenos resultados.
Comentó que la cantidad mínima de personas que le ha tocado atender ha sido de cinco, pero ha llegado a atender a quince, por lo que se sabe la demanda que tienen este tipo de servicios.
¿Por qué ha crecido?
Dijo que este tipo de negocios ha crecido mucho, debido a que quien se dedica a ello le queda tiempo para atender otros asuntos, otro es tener buenos ingresos económicos.
“El detalle es que, puede haber personas que cobren lo mismo que yo, pero entregan un trabajo de mala calidad”.
Otro punto a su favor ha sido la constancia, debido a que, durante ese tiempo, se ha dedicado a establecer su negocio.
“De mi generación éramos más de 20 personas, solo quedamos como tres quienes nos dedicamos a esto; pueden salir un grupo de 30 personas muy animadas, pero son pocas las que se establecen, esto se trata de ‘picar piedra’”.
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Recordó sus inicios, y también de las redes sociales, en done comenzó a promocionar su negocio, y aparentemente, era poca la atención que recibía, pero poco a poco comenzó a crecer, pero ahora ya cuenta con una base de clientes, y hasta se da el lujo de seleccionar a quienes va a atender, porque ya cuenta con el sistema de citas.