Durante la pandemia por Covid-19 se ha notado un incremento de hasta el 400% en la demanda de venta y renta de tanques de oxígeno medicinal, insumo que es utilizado en pacientes que sufren complicaciones de salud al contagiarse del virus.
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De acuerdo a lo informado por Mario Palacios Solís, gerente general de una empresa dedicada a la comercialización de oxígeno, al principio de esta crisis sanitaria se registró desabasto de este producto ya que no se dimensionaba la magnitud de las afectaciones que provocaría la nueva cepa del coronavirus. De ahí, que las empresas no estaban preparadas para cubrir la elevada demanda que, a su vez, acarreó, el encarecimiento del insumo.
Citó que antes de la pandemia se vendían al mes, aproximadamente 40 tanques de este tipo de oxígeno y desde que empezaron los contagios en el municipio, a finales de marzo a la fecha, son alrededor de 200 los que se distribuyen en hospitales y entre personas que los piden para tenerlos en casa.
En relación a los costos, dijo que los proveedores fueron quienes los subieron, lo que obligó a los distribuidos a ofrecer más caro el oxígeno medicinal. Por ejemplo, antes de la contingencia sanitaria un cilindro lleno tenía un precio de 600 pesos y actualmente es de 2 mil pesos.
Mario Palacios consideró que con la reapertura de algunos negocios no esenciales se vendrá una “oleada” de nuevos contagios, por lo cual ellos como empresa están preparados para surtir de oxígeno a quien lo necesite.
Recomendó a los sanluisinos que no se dejen engañar por revendedores que encarecen aún más este producto, pues aseguró que en la ciudad se cuenta con oxígeno suficiente para cubrir la demanda que se tiene por ahora y que se tendrá en los próximos días y detalló que debe darse a un precio justo, tomando en cuenta que este no es momento de aprovecharse de la situación que ya de por sí es difícil por el problema de salud que aqueja a la humanidad.
Mario Palacios hizo un llamado de atención a la población para que no compren o renten tanques de oxígeno si no es necesario, ya que dejan desprotegidos a pacientes que realmente requieren de este insumo para salir adelante de enfermedades como el Covid-19 y eso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
