Algunos sanluisinos, previo al 31 de octubre, Día de Halloween, adquieren disfraces para lucirlos en esta fecha, sobre todo, buscan caracterizar a personajes de moda como “El Guasón”, “Annabelle”, “Jason” y otros.
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Rocío Álvarez Pérez, dedicada a la venta de disfraces desde hace 3 años, dijo que en esta semana se ha notado un incremento en el número de clientes que visitan su negocio para adquirir atuendos terroríficos, pues en ciudades fronterizas como ésta se acostumbra esta celebración.
“Tengo disfraces para niños de 3 meses de edad hasta tallas grandes, para adultos. Llegan personas de todas las edades en busca de un disfraz para Halloween y entre más terrorífico sea, mejor”, externó la comerciante.
Los atuendos más solicitados en esta temporada son, principalmente, de brujas, catrinas, diablos, “chuky”, ánima en pena, calaveras, “Guasón”, “Annabelle” y “Jason”, entre otros de gran demanda.
El precio de este tipo de ropa varía, pues oscila entre los 50 hasta los 300 pesos ya que hay atuendos nuevos y usados accesibles para todos los bolsillos y gustos, resaltó Rocío Álvarez.
Las personas tienen la oportunidad de armar su propio disfraz con los accesorios, botargas y trajes que se tienen en el negocio de la señora Álvarez quien ayuda a sus clientes a crear los disfraces para la noche de Halloween.
La venta de esta ropa y de los accesorios dio inicio el 20 de octubre y conforme se acerca el día 31 crece la cantidad de gente que los busca.
En el transcurso del año durante los meses de abril, octubre y diciembre coloca en el patio de su casa ubicada en la avenida Tamaulipas y calle Cuarta, disfraces de acuerdo a las celebraciones como el Día del Niño, Halloween y Navidad.
“Gente de todas las edades se prepara para lucir un disfraz que sea terrorífico, que asuste, para salir a la calle con familiares y amistades a pedir dulces la noche del 31 de octubre porque es una costumbre de la fiesta de halloween”, puntualizó Álvarez Pérez.
