La baja del precio del dólar ha hecho que el precio de la aguamala no se haya fijado, por ende, la captura de la misma no ha comenzado, y eso ha comenzado a desesperar a algunos involucrados en el proceso.
El presidente de la Asociación de Procesadores y Comercializadores de Medusa del Estado de Sonora con sede en Guaymas, Marco Antonio Navarro Fernández, informó que el precio del dólar ha hecho que las negociaciones entre pescadores y compradores no haya finalizado.
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“El precio del dólar le pega al comprador, baja mucho y, por el contrario, los precios de los insumos como el combustible y el aceite, han subido mucho en el último año”.
Agregó que todavía acarrean el problema de que la aguamala de que no se ha acercado a la orilla, manteniéndose unos 20 kilómetros de la costa, lo cual dificulta su captura, porque sería mucha la gasolina que se gastaría en ir por la mercancía.
Expresó que, si la aguamala estuviera al alcance de los pescadores, el precio que ofrecen de 3.20 pesos el kilo, igual que el año pasado.
Dijo que, si la aguamala se queda dónde está ahora, el precio de la misma tendría que ser superior a la oferta antes mencionada, pero hay factores eternos que podrían hacer que el valor del producto sea diferente a lo que se ofrece.
“Cuando estamos hablando de 20 kilómetros de la costa, las pangas se van a pique, es decir, pueden hundirse con el peso del producto, por eso se considera peligroso, pero cada pescador sabe si le entra a esa situación; esto es la oferta y la demanda, si no hay producto, sube el precio”.
Comentó que esos detalles no los sabe el mercado y ni les interesa, son las condiciones del mismo y los volúmenes que se manejan, de por lo menos 70 mil toneladas.
Mencionó que, en caso de que las cosas sigan como están, habría que plantearse la posibilidad de que no haya temporada, porque los pescadores no irían a buscar el producto, aunque saben que sí lo hay, pero a una distancia considerable.
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“Pues si no hay aguamala, no hay temporada, eso es seguro, aunque sería analizar la situación y ver si es conveniente dejar el producto y no ir por él; lo que pasa es que ese escenario no lo hemos visto, pero sí podríamos replantearlo”.