Agua fresca, sueros, comida y un lugar fresco donde resguardarse del calor ofrecen el grupo “Manos de Amor”, que dirige la señora Mary Meza, dirigido a personas en condición de calle o bien quienes fracasan en buscar el “sueño americano”.
Este espacio es un aliento para quienes batallan a diario con el rechazo social, los olvidados por la gente quienes prefieren voltear la cara antes de ver la dura crisis humanitaria que se vive con el desplazamiento de poblaciones tanto de México como de América Central.
La señora Mary, con apoyo de miembros de la iglesia donde ella participa, ayudan para contar con agua fría, sueros y sándwich que se entregan a quienes transitan sobre la avenida Obregón entre 9 y 10, dirección en que se encuentra ubicado el Centro de Hidratación.
No es la primera ocasión en que Mary ayuda a la sociedad civil, recordó que hace 25 años operó un comedor para niños en la colonia 10 de abril, donde por varios años entregó comida a menores de bajos recursos.
INSPIRACIÓN
En esta ocasión, ante el fenómeno migratorio, Meza decidió instalar el Centro de Hidratación, inspirada especialmente por una pareja deportada, ella estaba embarazada, ambos caminaban por avenida Obregón bajo los fuertes rayos del sol, lo cual la conmovió al proyectar la situación de esas personas con sus hijos.
“Compré unas hamburguesas y salí a buscarlos, pero ya no los encontré, entonces pensé: Nosotros tenemos que hacer algo, estamos muy cómodos; estos se ven en las calles todos los días”, compartió muy conmovida por el sufrimiento humano.
Comentó que al llegar les ofrecen un suero y agua fría, les dan un sándwich, en caso de que haya disposición de alimentos se les entrega uno más.
“Hace unos días nos llegó una persona que tenía tres días sin comer; dependiendo el caso les damos también oportunidad de que se refresquen, sobre todo cuando son niños y mujeres”, comentó.
Otra razón por la cual abrió el Centro es debido a que su nuera trabajó en el hospital donde reciban los cuerpos de los migrantes encontrados en el desierto, la descripción del estado en que eran encontrados impactó a la familia Meza, la exposición a los elementos naturales provocaba una descomposición “macabra” en los restos humanos, esa descripción se le quedó grabada, razón por la cual busca que los migrantes desistan de cruzar por el desierto.
La intención de Mary Meza es ayudar aún más, aunque ella describe que es poco lo que ofrece a los migrantes y gente en condición de calle, lo hace de buena fe.
Esperan, con la ayuda de la población, lograr instalar una cocina para servir comida caliente, abren de lunes a viernes, pero su meta es estar disponibles todos los días, toda vez que a diario hay intentos de cruzar a Estados Unidos.