Al verse en la necesidad de apoyar a su esposo Natividad Pérez en los gastos de la casa, la señora Esperanza Alejo Martínez decidió apelar a su lado de emprendedora y comenzar con la venta de burritos y avena en la esquina de la avenida Revolución y calle Quinta, sin imaginarse que años más tarde, junto a su familia serían los propietarios de su propio negocio de preparación y venta de desayunos.
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Se trata del local “Burritos y desayunos Del Maná”, que desde hace algunos años se han dedicado a compartir el sazón casero en burritos de deshebrada con papas, papas con chorizo, nopales con carne, jamón con huevo, chicharrón y frijol, en la esquina del callejón Félix Contreras y calle Sexta.
Le dije a Dios: tú sabes que yo no soy buena cocinera, así que ponle a los burritos todo lo que le haga falta. Entonces a la gente le comenzó a gustar. Según mi fe, es la mano de Dios en mi negocio
Esperanza Alejo Martínez, propietaria
Pero no todo ha sido fácil en la historia de la señora Esperanza, pues a sus inicios duró alrededor de ocho años levantándose desde las tres de la madrugada para preparar los burritos y la avena que después vendería a sus clientes desde una parada vehicular.
“De pronto era tanta la gente que se acercaba a comprarme burritos que se estacionaban en doble fila para que los atendiera, a muchos los multaba la policía, por lo que una vez aclientada, decidí abrir un local donde la gente puede llegar y pedir para llevar o comer aquí”, contó.
LA AVENA
La avena y los burritos son los productos que más le piden a la señora Esperanza y su familia en el negocio, ya sea para llevar o para comer en el lugar. Por 12 años en total entre ambas etapas, son estos dos, de lo más buscado por el cliente.
“Nos dicen que no han encontrado mejor avena que la de aquí, y es lo que más nos pide la gente, aunque también tengamos tamales y otros platillos servidos en la mesa, siguen prefiriendo los burritos acompañados de su avena. Muchos son clientes desde hace años que ya los conocemos, llegan, entran y ya sabemos lo que van a pedir”, platicó.
CON LA BENDICIÓN DE DIOS
El significado del nombre “Maná” es uno muy especial para Esperanza Alejo pues remota los tiempos de bíblicos, cuando Dios envió alimento a los israelitas mientras atravesaban el desierto, por lo que de esta manera ella decidió llamar a su negocio, pues le recuerda a un momento difícil de su vida, pero del cual logró salir.
“Se llama así porque cuando yo inicié vendiendo le dije a Dios: tú sabes que yo no soy buena cocinera pero necesito un ingreso extra, así que ponle a los burritos todo lo que le haga falta. Entonces a la gente le comenzó a gustar lo que hacemos. Según mi fe, es la mano de Dios en mi negocio, que hasta hoy nos ha bendecido haciéndolo próspero”, expresó.
EN UNOS AÑOS
La señora Esperanza cuanta que cuando vendía comida en la esquina, anhelaba un establecimiento propio, hoy en día su sueño es tener un buffet de comida internacional, sin olvidar sus tradicionales burritos y avena.