El próximo sábado 31 de diciembre cierra el plazo para regularizar los llamados autos “chocolate” y los sanluisinos están en proceso de “última hora”, para empezar el 2023 con su vehículo ya nacionalizado.
En el módulo del Registro Público Vehicular (Repuve), se volvieron a presentar largas filas que rodeaban el parque La Tortuga, esto, debido a que os módulos de Sonoyta y Caborca cerraron, y toda la gente de esos municipios se encuentran en esta frontera, con el fin de dar por finalizada la regularización.
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Los hermanos Martin y José Vásquez Rodríguez, aseguraron que ya tuvieron la suerte de que les recogieran sus papeles, por lo que el proceso podría terminarse antes de lo previsto.
“Nosotros tenemos esperando desde ayer martes, las filas comenzaron desde anoche, son muchos vehículos”.
Dijo que la razón del por qué hay tanta gente esperando, cuando hace unas semanas el módulo estaba desierto, es porque mucha gente de Caborca y Sonoyta vinieron aquí, porque las oficinas de esos municipios fueron cerradas, supuestamente por posible corrupción.
“Lo que pasa es que, parece ser que estaban cobrando de más por hacer el trámite, aparte de los 2 mil 500 pesos por el trámite, otros 5 mil aparte, por lo que se decidió cerrar esas oficinas para que no hubiera más problemas”.
Para Andrés Arreola, quien es residente del valle, dijo que hace como una hora le recogieron los papeles del vehículo, por lo que esperaba que le colocaran la calcomanía en poco tiempo.
“Yo he estado aquí desde anoche, llegué como a las 10:00 de la noche y apenas me recogieron los papeles; lo que pasa es que me tocó el número 133, y están agarrando solamente 120, por lo que tengo que esperar”.
Agregó que la razón de dejar el caso hasta el final, era que se encontraba fuera de la ciudad, y ahora que regresó, comenzó a hacer todo el trámite.
El auto que quiere regularizar, es modelo 2007, y ya tiene dos años con él, lo adquirió en Las Vegas, Nevada.
Hay confusión
En tanto, Gloria Neblina mencionó que existió mucha confusión, porque se tenía entendido que iban a ponerle números a los autos, y ya comenzaban a pasarlos para su verificación.
“Ahora, alguien vino a hacer fila en la entrada de las oficinas y a anotarse, por lo que se estaban brincándose a los que estaban haciendo fila aparte, hasta que alguien salió y nos dijo que nos fuéramos a los autos y que irían a ponerles los números”.
Comentó que apenas iba a entregar los papeles correspondientes para que pudiera hacer los trámites necesarios para regularizar el auto.
Manifestó que tuvo que dejar el trámite para el final, debido a que no sabía si se iba a quedar con el auto, aunque finalmente se decidió que sí lo haría, por lo menos por espacio de dos años.