La crisis económica emanada del Covid-19 ha golpeado fuertemente a los comercios calificados como no esenciales, que tras permanecer inactivos la mayor parte de lo que va de la pandemia, a la fecha no han logrado recuperarse de las pérdidas que dicho fenómeno significa, incluso un porcentaje de éstas han cerrado sus puertas de manera indefinida.
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Tal cual lo declaró el presidente de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) en la ciudad, al destacar que al menos el 30% de los comercios cerraron en atención a la tarea de contener la propagación del nuevo coronavirus por lo que se vieron obligados a suspender sus servicios y han sido orillados a desaparecer.
“No han podido reabrir sus negocios porque no han tenido apoyo de los gobiernos o porque aún no se reactiva perfectamente la economía, pero es un efecto de la pandemia y el hecho es que muchos comercios hoy por hoy siguen cerrados y muchos sin la esperanza de reabrir”, expresó Joel Torres.
Aunado a la crisis que significa la pandemia, por lo regular, la ciudad atraviesa por una temporada baja cada verano al haber menos labor agrícola en los campos del condado de Yuma, Arizona, en las que miles de residentes locales se emplean.
HUYEN A LOS GASTOS CORRIENTE
Elvira, quien por decisión propia decidió guardar su identidad, contó que ante la crisis optó por cerrar su negocio, un pequeño gimnasio que hoy simplemente ha desaparecido al no poder costear los gastos corrientes como la renta y los servicios de internet, luz y agua.
“Desde hace dos meses a los gimnasios les dieron permiso de funcionar, pero con un porcentaje controlado de entradas, ello, sumando a que ya llevábamos otro lapso cerrados, llegó a darle el tiro de gracia a mi negocio y lo tuve que cerrar, pues este tipo de lugares gana con el volumen de gente”, contó.
Recientemente, el empresario restaurantero Francisco Chávez confirmó el cierre de manera indefinida de uno de sus establecimientos, que, a pesar de ser considerado como negocio esencial, la “nueva normalidad”, le perjudicó a tal manera de tener que abandonar el proyecto.
“Ese restaurante era muy visitado por los clientes de Estados Unidos e incluso locales, entonces al limitarnos a la venta para llevar y no permitir la afluencia en nuestras mesas, dejó de funcionar a tal grado de no saber si lo reabriremos, pues necesitaríamos de una inversión importante para volver a echarlo a andar”, comentó el propietario.