Durante el verano la situación económica en los comercios se ve afectada por el desembolso significativo que deben hacer para el pago de energía eléctrica, el cual sumado a otros como la renta, hacen que el negocio resulte incosteable en los meses de intenso calor, por lo que algunos optan por cerrar sus puertas por unos días.
El señor José Luis Caudillo Torres, propietario de un restaurante localizado en el primer cuadro de la ciudad, comentó que, por lo general, en la temporada de verano disminuye la afluencia de clientes, lo que genera una baja en los ingresos de las empresas, provocando severos problemas de operación.
ES MÁS CONVENIENTE CERRAR
Dijo que desde hace 9 años administra este restaurante en el cual también se desempeña como cocinero, y solo durante los dos primeros años lo mantuvo abierto en verano, pero al ver que no era redituable, optó por cerrar julio y agosto.
“Cierro dos meses porque el recibo de la electricidad llega muy alto. Es mejor cerrar para evitar ese gasto porque además en verano los clientes disminuyen. Claro que tengo que hacer un guardadito para sobrevivir sin trabajar en los días de más calor”, señaló José Caudillo.
“En el local solo tengo un aire acondicionado de dos toneladas, que no es suficiente para mantener todo fresco, pero si meto más aparatos se elevaría más el recibo”, agregó el señor Caudillo.
En los meses de verano que mantiene el negocio abierto, José Caudillo paga alrededor de 3 mil 500 pesos, mientras que el resto del año la factura de electricidad que debe cubrir es de 1 mil 200 pesos, en promedio.
“Me di cuenta que es mejor cerrar en verano, no es conveniente mantener abierto, por eso cerramos en julio y agosto y abrimos en la primera semana de septiembre”, puntualizó.