Cerca de 5 décadas transcurrieron para que los 116 ejidatarios de Mesa Rica vieran cristalizado el sueño de sus padres de tener un certificado de propiedad de sus terrenos, dotados por el gobierno de la República en 1974, tras 2 años de gestión ante la autoridad federal.
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Pocos ejidatarios hoy tienen la oportunidad de ver consumada las gestiones iniciadas en 1972 por un grupo de mujeres y hombres que solicitaron la dotación de tierras, tras largos años de gestiones se solucionó el conflicto, finalmente en 2021 lograron recibir sus documento de propiedad agraria.
La presidenta del comisariado ejidal, Claudia Corona Juárez, acompañada por el presidente del Consejo de Vigilancia, Adán Ávila Núñez, del secretario Sergio López, del tesorero Juan Hernández y el ejidatario Julián Corona, explicó el largo proceso que iniciaron sus padres y que vivió múltiples facetas que quedan disueltas con la recepción de los certificados de propiedad.
“En 1972 un grupo de campesinos hicieron la solicitud de tierras al gobierno federal, el 29 de noviembre de 1994 se dictó a favor y se destinaron más de 17 mil hectáreas para ese núcleo ejidal, el 20 de agosto del 2000 se realizó un cambio de destino de tierra”.
Debido a que la superficie es extensa, hay diversos recursos aprovechables como es el caso de humedales, tierras de agostadero, agrícolas, materiales pétreos y asentamientos humanos, a fin de hacer una justa división, cada uno de los 116 ejidatarios tiene tierras en cada sector, de manera de hay una distribución equitativa de los espacios.
“Dar orden al tema fue difícil, junto con la tramitología, pero finalmente el 18 de febrero, de manos del ingeniero Obed Alfonso Sánchez Gutiérrez, representante del Registro Agrario Nacional, se nos entregó los certificados a los ejidatarios y posesionarios”.
Agregó que desde hoy todo queda en orden para lograr el desarrollo turístico, económico, urbano, agrícola y social de dicho núcleo ejidal.