Las misas para conmemorar el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, y el Día de Muertos, 2 de noviembre, se celebran siguiendo los protocolos sanitarios para mitigar riegos de contagios de Covid-19, contando con una afluencia de asistentes de 30 por ciento como se recomienda en la nueva normalidad.
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En algunos templos de la ciudad se abrieron nuevos horarios este lunes para dar oportunidad a la población que deseara asistir a misa para pedir por el eterno descanso y recordar a sus difuntos.
El padre Ramón Tapia Tapia, párroco de Inmaculada Concepción y vicario en la zona del desierto, refirió que está en contacto permanente con los miembros de la Comité Municipal de Salud y con el alcalde, Santos González Yescas, para conocer las recomendaciones sanitarias implementadas en la ciudad, especialmente, las enfocadas a la manera de operar de las iglesias en medio de esta crisis de salud.
En relación al llamado a la población realizado por la Arquidiócesis Primada de México de que este Día de Muertos conmemoren a sus difuntos desde sus hogares y del exhorto a la comunidad católica que dejen de usar las fiestas religiosas como pretexto para reunirse, el padre Ramón Tapia externó que se efectúan de forma presencial y en algunos templos, adicionalmente, se hacen transmisiones virtuales para que la gente las siga desde casa y, de esta manera, evitar aglomeraciones sociales.
El padre Ramón Tapia comentó que en la actualidad no se tocan las campanas para llamar a los católicos a misa, pues la decisión de ir a las iglesias es decisión personal y voluntaria.