Casi extinta importación de autos

Al aumentar 220% el costo del servicio cayó 83% la actividad económica que provocaba derrama dispersa en sectores como yardas, carroceros, refaccionaria, yonkes, entre otros prestadores de servicios

Brenda Román

  · martes 5 de febrero de 2019

Era importación de autos fuente de ingresos importante para SL. / Víctor Félix

Desde 2002 los importadores de autos viven un camino lleno de baches con las distintas restricciones impuestas a la actividad que desbocaron en 2014 con la eliminación de amparos que avalaban la legalización de automóviles, lo que la llevó prácticamente a su extinción.

Desde 1990 y hasta 2006 la importación de carros, con algunas trabas, se encontró en su mejor nivel, mensualmente por la garita de San Luis Río Colorado se importaban alrededor de 1 mil 500 unidades, una derrama económica que alcanzaba a yarderos, mecánicos, carroceros, refaccionarias, tramitadores, agencias aduanales, solo por mencionar algunos.

Alejandro González habló de la importancia de que las empresas cuenten con un seguro contra daños. / Alonso Moreno

Entre 2006 y 2012 iniciaron las restricciones más fuertes, comentó Juan Manuel Villarreal Morán, agente aduanal, quien agregó que desde la llegada de Felipe Calderón a la presidencia de la República se impusieron varios impedimentos como, acreditar estudios ambientales, que la unidad cruzara Aduana rodando, entre otras.

“La más severa vino cuando pidieron el certificado de origen, cuando nos amparamos y ganamos, durante varios años logramos importar, pero con la llegada del Gobierno de Enrique Peña Nieto se buscaron distintas formas de descuadrar los amparos, hasta 2014 cuando definitivamente se eliminaron”.

Quien también presidió de la Asociación Bajacaliforniana de Comerciantes en Automóviles (ABCA) vislumbró que detrás de los bloqueos al comercio de autos usados se encuentran las armadoras de vehículos nuevos, quienes siempre han tenido celos a los yarderos.

JUAN MANUEL VILLARREAL MORÁN, AGENTE ADUANAL: "El Gobierno de Peña Nieto desactivó la actividad productiva que generaba miles de empleos, en toda la frontera."


RAMIRO CHÁVEZ OLVERA, YARDERO: “Cuando la actividad estaba bien ni siquiera tenía que estar pendiente de la yarda, yo me dedicaba a tramitar importaciones a particulares”.


MARCO ANTONIO LÓPEZ, YONKERO: “Otra cosa que nos hace daño es la venta informal de autos, ellos no pagan impuestos ni Seguro Social, esas contribuciones elevan nuestros costos”.

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