Los propietarios de abarrotes atraviesan una situación económica difícil ante la baja considerable que registran en sus ventas, debido al crecimiento desmesurado de tiendas de autoservicio en la ciudad.
Abarroteros y empleados coincidieron al indicar que el panorama para las tiendas de abarrotes es desalentador desde hace varios años, lo cual ha provocado que algunas tiendas hayan tenido que cerrar sus puertas de forma definitiva, luego de que estuvieron décadas atendiendo a la clientela.
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Dijeron que comprenden que ante el crecimiento de la mancha urbana se genera la llegada de una mayor cantidad de tiendas departamentales, supermercados y de autoservicio. Sin embargo, externaron que para ellos resulta complicada esta situación pues para algunas personas resulta más atractivo acudir a las tiendas de conveniencia porque están, prácticamente, en cada esquina, y tienen gran variedad de productos y también ofrecen al cliente el pago de servicios básicos como energía eléctrica, agua, cable y teléfono, entre otros.
Además, indicaron que las tiendas de autoservicio consiguen precios más bajos al comprar a los proveedores grandes cantidades de productos y, por consiguiente, la mayoría de los artículos se consiguen más baratos en negocios de este giro comercial.
Los abarroteros señalaron que a pesar de que las ganancias que obtienen en sus tiendas no son significativas, estas les permiten vivir al día y tener un poco de dinero para solventar los gastos diarios del hogar.
HACEN FRENTE A DIFÍCIL SITUACIÓN
El señor Catalino García, de 80 años de edad, propietario de una tienda de abarrotes, dijo que, aunque vende poco, no deja de trabajar. “Todos los días estoy aquí en la tienda, aunque vendo poco. Sí, sí viene gente a comprar, poca, pero viene. Compran un paquete de tortillas, una soda, latas, arroz, frijol, sabritas”.
Consideró que actualmente la situación económica es difícil para toda la población.
“Déjame decirte que la vida es muy dura para todos, todos estamos batallando mucho, hasta los profesionistas, gente que estudió también”.
Platicó que hace varios años, los vecinos de la avenida Tlaxcala y calle 13 donde se ubica su tienda de abarrotes, compraban kilos de comida para mascotas y animales de granja, por ejemplo, malomaiz, salvado, trigo y croquetas, pero hoy en día la gente que reside en la mancha urbana ya no tiene puercos, gallinas o conejos en casa como sucedía anteriormente.
“La venta de la comida para animales me dejaba buenas ganancias porque se vendía mucho, pero pues ya no, eso se acabó porque la gente ya no tiene ese tipo de animales y menos en lugares tan poblados como este (avenida Tlaxcala y calle 13)”.
Por su parte, José Santos, empleado de una tienda de abarrotes de la avenida Oaxaca entre las calles 45 y 46, dijo que los clientes que visitan este lugar buscan productos que no venden en las tiendas de autoservicio entre las que mencionó: baterías sueltas, dulces, botanas y algunas latas de comida y artículos de higiene personal y de limpieza para el hogar. “Los vecinos sí vienen a comprar aquí, aunque hay oxxos en la calle 47 y en la 42”.