Las reglas que incumplen los carros de alquiler, es la real molestia de los taxistas, por lo que no estuvieron ni están de acuerdo en que llegue a San Luis Río Colorado, marcas com DIDI, UBER y otras a rentar este servicio.

La crítica de la gente es grande, pero los choferes de taxis de este municipio se lo adjudican a que desconocen la verdadera problemática.

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Daniel quien tiene 30 años de servicio en un taxi dijo que la verdadera problemática inició cuando los choferes de UBER que habían iniciado a trabajar en el municipio, empezaron a cobrar en efectivo cuando el acuerdo había sido que el cobro sería solo con tarjeta.

“Supuestamente iban a cobrar con tarjeta, mucha gente no entiende que por qué no los dejábamos trabajar, ellos se ponen a trabajar en su carro mientras nosotros pagamos la concesión”.

Comentó que otro de los acuerdos que rompieron es que solo trabajan con la aplicación, pero que por el contrario empezaron a trabajar como si fueran taxis recogiendo gente en lugares concurridos sin el llamado a través de la aplicación.

Los taxistas coinciden en que seguirán en desacuerdo con este tipo de servicios, porque a ellos los respalda el tiempo y la concesión que pagan además de las rentas y de las cuotas que tienen que aportar para poder trabajar.

“¿Cómo me va a convenir a mí que vengan a agarrar mi pasaje sin concesión, nomás porque sí?, tanto tiempo que tiene uno tras el volante, rentando, pagando cuotas, para que venga un chofer a trabajar en su carro no es justo”.

Dijo que los taxistas son muy criticados en redes sociales, pero que espera que la ciudadanía valore más el trabajo del taxista y que conozca el verdadero problema.

“La gente critica por Face nomás que somos envidiosos, pero la gente no entiende, todos tenemos derecho a trabajar, a sacar adelante a la familia de uno, como debe de ser, pero hay que hacer la lucha lo más leal posible”.

Por otro lado, Ramón quien tiene tres años en el servicio de carros de sitio, dijo que para él es una competencia desleal, porque además los taxistas tienen que acudir a cursos y pagar licencias para poder trabajar.

“Si lo ponemos en una balanza es una competencia muy dispareja, porque ellos nomás bajan una aplicación y mandan papeles, pero nosotros tenemos que pagar hasta nuestros propios cursos para mantenernos al día”.