El cambio de nombre de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca) llegó con una disminución del presupuesto al campo por parte del Gobierno Federal, lo que mermaría las funciones de la paraestatal, dejando a productores frente a compradores “tiburones” y “coyotes” (intermediarios).
De 2018 a la fecha el presupuesto a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (Sader) cayó a la mitad, uno de los primeros golpes fue a la “salud” vegetal, al recortar el presupuesto de las Juntas Locales de Sanitad.
“Estábamos en 85 mil millones de pesos y bajamos a 72 mil en 2018, el actual año caímos a 65 mil millones de pesos, pero en el presupuesto de egresos presentado por la Secretaría de Hacienda para 2020 tenemos en 42 mil millones de pesos, vamos de mal en peor” opinó Ricardo Martínez Parra, presidente del Sistema Municipal Producto Trigo.
Aseguró que al conocer el nuevo recorte al agro, hizo comunicación con personal de Aserca en Mexicali, Baja California para conocer la situación y el recorte los dejará sin poder hacer sus labores de ser un “arbitro” entre compradores y productores.
“Antes de que Aserca existiera, a los campos sanluisinos venían muchos compradores ‘golondrinos’, así los llamábamos porque venían una vez y nunca volvían, nos ofrecían precios muy buenos por nuestros productos, pero nunca llegaba el pago pactado, a eso nos vamos a enfrentar nuevamente sin Aserca”, vaticinó.
Agregó que el Gobierno federal le apuesta a la agricultura de autoconsumo y la que ejercen los productores del Norte, la comercial, esa queda desprotegida.