Productores del valle de San Luis mantienen el control sobre la mosca blanca, una plaga que causó estragos en la década de los noventa y que afectó seriamente a la región.
El presidente de Sanidad Vegetal Ricardo Martínez Parra, informó que, cuando al productor se le salga del llamado “umbral económico”, que es cuando la plaga está afectando más a la planta, el técnico recomienda aplicar medidas para controlarla.
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“Es una revisión que se hace continuamente en los cultivos, todas las parcelas del valle están monitoreadas para evitar problemas”.
Agregó que, muchas veces, los insectos benéficos tienen su propio control, pero también por cuestiones de clima, que benefician al crecimiento de la plaga, se requiere la aplicación química.
Expresó que el año pasado, estuvo muy baja la incidencia de la mosquita blanca, por lo que la presencia en varios productos no ha sido el mismo de otras veces, pero, aun así, están al pendiente de su evolución.
Cabe señalar que la plaga ataca principalmente a hortalizas, como la sandía y melón, pero también al algodón; en esa ocasión, al ser una plaga nueva en la región, los productores no la conocían y era muy complicado que se combatiera, por lo que las cosechas de esos productos fueron los más afectados, siendo Mexicali y San Luis, los más afectados, esto ocurrió a principios de los años noventa.
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Los efectos fueron devastadores para los productores de ambos valles, ya que prácticamente se perdieron las cosechas de ese año, tardaron un poco en encontrar el método ideal de combatirla, aunque al final, pudieron hacerlo.
Desde entonces, el valle no ha sido atacado de manera tan agresiva por una plaga, que acabara con la producción.
Mencionó que, de cualquier modo, están al pendiente de su posible evolución y presencia en el valle, porque no quieren que se tenga un episodio como el que se tuvo aquella vez.