Para los productores agrícolas, una de las consecuencias que tienen por la crisis agrícola mees que se les dificulta haberse de maquinaria que les ayude a sacar adelante sus cosechas, ya que la inversión que tienen que hacer es muy fuerte y no cuentan con apoyos para comprarla.
El productor Ramiro Gálvez, informó que, a partir de la pandemia, los precios de la maquinaria aumentaron considerablemente y eso hace muy complicado para los agricultores comprarla.
“En ese entonces, un tractor nuevo costaba entre 500 mil y 600 mil pesos, ahora, cuesta cerca de 2 millones de pesos, difícilmente van a bajar”.
Agregó que hay algunos modelos que son un poco más económicos, pero están por encima del millón de pesos, lo que hace prácticamente imposible adquirirlo.
Expresó que antes contaban con un apoyo federal para la adquisición de maquinaria, que se llamaba crédito refaccionario, que era un préstamo blando que se pagaba en cada cosecha y por ello era sencillo pagarlo, pero ahora, ya no quieren prestar recursos.
Indicó que, antes, se contaba con el crédito de avío y el refaccionario, con ellos se podía salir adelante, pero se terminaron a partir de la entrada de la nueva administración.
En cuanto a una unidad usada, cuesta alrededor de 12 mil hasta los 25 mil dólares (205 mil a 428 mil pesos).
Otro detalle, son las refacciones, que tampoco son baratas, en promedio al año, invierten unos 8 mil dólares, entre llantas, partes del motor, y arreglo de mangueras, eso sin contar si se tiene que cambiar el motor.
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Además, se gastan un promedio de mil 660 pesos diarios en diésel, tomando en cuenta de que el litro se encuentra a más de 20 pesos.
Aparte, si hay que cambiar los discos (son cuatro o cinco) para el arado, esos cuestan en promedio 5 mil pesos, y eso si es buen precio.