Cuando inicie la temporada de cosecha de sandía, enfrentarán los productores una pelea diaria para inhibir el hurto “hormiga”, para ello contratarán los servicios de veladores para reducir riesgos, a pesar de ellos hay pérdidas por hurto.
Israel Gutiérrez Ulloa, pequeño productor, compartió que actualmente tiene tres hectáreas sembradas, cuando la planta da fruto comienza su lucha contra la rapiña.
Explicó que le tocó vivir una compleja experiencia cuando sembraba para la elaboración de semilla para una empresa de Estados Unidos, era el propio velador quien facilitaba la extracción de la fruta.
“No es garantía tener un velador, hay que buscar gente de confianza a fin de que podamos recoger resultado”, dijo.
El agricultor comentó que por la temporada de primavera y verano cuando el calor aumentó, la población acostumbra a acudir a los pozos de riego agrícola, cuando ven los campos y se les hace fácil tomar sandías.
En julio estaremos cosechando sandia, tiempo en que debemos contar con vigilancia por las tardes y noches para evitar robos.Israel Gutierrez Ulloa, agricultor.
COMERCIO LOCAL
Por otra parte, Israel Gutiérrez señaló que la producción que tiene es para la venta local, entre mercados y algunos vendedores ambulantes quienes venden en las esquinas por pieza.
“Tenemos una producción promedio de 20 a 25 toneladas por hectárea, buscamos semillas baratas para que no salga tan caro el producto”, dijo.
Gutiérrez Ulloa comentó que una semilla costosa para una producción de calidad alta dará como resultado un producto poco accesible para el comercio local.
“Tenemos una calidad promedio, en la empresa que formo parte no estamos especializados en este producto, en realidad trabajamos para el mercado local, hay algunos productores de exportación, ellos sí cosechan producto de muy buena calidad, claro que el precio es mucho más elevado”, agregó.