El Distrito de Desarrollo Rural (DDR) autorizó la siembra de 912 hectáreas de sorgo para el ciclo primavera-verano, y ya algunos productores ya preparan sus tierras para hacer el trabajo previo a la siembra.
RECIBE NOTICIAS DIARIAS EN TU CELULAR, ÚNETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM AQUÍ
Según un informe de la dependencia antes mencionada, solamente se han expedido permisos de siembra para 295.33 hectáreas, aunque se espera que en los siguientes días esa cantidad se incremente.
Los tipos de sorgo que están habilitados son el tardío y el forrajero, éstos ya se pueden sembrar en sus predios.
Este cultivo en su modalidad tardía está sujeto a la disponibilidad de agua además de que el litro de riego es mucho más caro por ser considerado segundo cultivo.
Cabe señalar que se ha llegado a tener 3 mil hectáreas en ciclos pasados, pero ahora por el asunto del agua de riego, pero ésta está limitada a que los módulos tengan o consigan agua de alto precio para poder ofrecer ese servicio.
Existen cinco tipos de sorgo que se producen: el escobero, el forrajero tardío (220 hectáreas), forrajero temprano (115), grano tardío (351) y grano temprano (246).
Por el momento, la siembra se hace de manera lenta, ahora que finalizaron las trillas de trigo, muchos productores ya se encuentran en la preparación de sus terrenos para su siembra y estar listos para la nueva temporada.
Algunos productores se encuentran en la preparación de esos terrenos, por lo que la siembra de ese cultivo es inminente.
El sorgo en sus diversas variedades se usa para consumo humano, tanto para alimentación como para elaboración de bebidas alcohólicas y para comida animal en la producción de forrajes.
Su resistencia a la sequía y al calor lo hace un cultivo importante en regiones semiáridas, y es uno de los cultivos más importantes del mundo.
Al principio de su desarrollo, soporta el frío de forma parecida al maíz, y su sensibilidad en el otoño es también comparable, por el contrario, resiste mucho mejor que el maíz las altas temperaturas.
El sorgo es considerado el tercer cultivo más importante del valle de San Luis, solo por debajo del algodón y trigo, pero el maíz se le acerca “peligrosamente” y amenaza con quitarle ese sitio.