Las altas temperaturas pueden provocar que los cultivos como el algodón sufran daños, ya que puede recibir al “monzón” y también puede “abortar” la planta, lo que afecta el rendimiento del cultivo.
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El presidente de la Junta local de Sanidad Vegetal (JLSV) Ernesto Loera Orozco, informó que el monzón es viento con aire caliente, el cual “tumba” un poco la carga del algodonero, pero los productores tienen que estar alerta para que no se estrese la planta con la humedad, es decir, que no se les pase ningún riego.
“Eso no quiere decir que la planta se seque, sino que ‘aborta’ un poco la carga; por eso hay fechas establecidas que dan los técnicos, ellos dicen que el algodón se debe sembrar a fines de febrero o a principios de marzo”.
Agregó que, si se cumplen estas fechas, para cuando llegue el “monzón”, la planta tendrá un 85 a 90 por ciento de soporte; pero reconoció que es difícil controlar la siembra, porque todavía hay trabajos de ella después de la fecha establecida.
Dijo que, por ello, no es recomendable para los algodoneros sembrar fuera de las fechas establecidas, porque se pueden presentar problemas.
Actualmente, hay programadas 7 mil 642 hectáreas de ese cultivo en el valle de San Luis, lo que hace que la superficie sea más o menos buena, ya que ha sido el promedio de los últimos años en la región.
En cuanto a maleza, los productores atienden sus cultivos con herbicidas, para evitar problemas con ella durante el ciclo agrícola primavera-verano.
En relación a las plagas, las únicas que se presentan para el algodonero son la mosquita blanca y el chinche lygus, que son las más comunes para este cultivo.
El único cultivo que puede ser afectado por el calor es el algodón, por eso es importante que se siembre en tiempo y forma (febrero y marzo), para evitar problemas con las altas temperaturas del verano.