La cosecha de algodón ya finalizó en el valle de San Luis, aunque no se conoce la cantidad de pacas, debido a que todavía quedan algunas en despepite y que faltan por procesar.

El presidente del Sistema Producto Algodón Juan Armenta Magaña, informó que el promedio general se tuvo en 6.5 a 7 pacas por hectárea, en una superficie de 4 mil hectáreas.

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“Ese promedio que se obtuvo es prácticamente el mismo que se ha tenido en los últimos años, ni más ni menos, no ha habido cambios en ese sentido”.

Agregó que el problema que han tenido últimamente ha sido el precio de la fibra, el cual, se encuentra muy bajo, en los niveles de los 80 dólares el quintal, eso, sin contar los 3.50 dólares por los intermediarios.

Mencionó que hay contratos a futuro, pero no han cerrado ninguno, por los bajos precios de la cosecha.

Dijo que se espera entre 27 y 28 pacas de algodón en el valle, una vez que se despepite toda la producción que todavía está sin procesar.

“Se trata de una cantidad más o menos regular, nos quedamos lejos del record de rendimiento, que fue de 8 pacas por hectárea, hace como siete años”.

Expresó que el rendimiento en el algodón es que no hay variedades, solamente hay una sola que se tiene en la región.

Indicó que otro problema, es que el gobierno federal no otorga los permisos para la importación de más variedades de semillas, la que se tienen es la única transgénica.

“Hay que decir que las plantas semilleras ya no producen semilla tradicional, solo transgénica, eso no lo entiende el gobierno federal”.

Dijo que todavía se mantienen las negociaciones con la federación para permitir la entrada al país de ese tipo de semillas

“No hay visos de que se pueda resolver esa situación, las autoridades federales están muy renuentes, no le entienden al tema, lo ven como algo sin importancia, pero no toman en cuenta que en el país se siembran alrededor de 250 mil hectáreas de algodón y eso representa una derrama muy fuerte”.

Comentó que, en el distrito de riego, no se puede sembrar un solo cultivo, porque se haría un desastre en cuestión de riegos, por eso hay que nivelar los dos ciclos, el otoño-invierno con el primavera-verano.