El hecho de que las temperaturas frescas estén aún presentes, hacen que la temporada de hortalizas sea un poco más larga de lo habitual, puesto que debió haber acabado en marzo.
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El jefe del Distrito de Desarrollo Rural Luis Cervantes, informó que debido a ello, aún quedan algunas parcelas en donde se pueden levantar algunas hortalizas, principalmente cilantro y brócoli.
“La mayor superficie se da en invierno, y se cosecha en los meses de diciembre a marzo, pero como la temperatura es agradable y fresca, esto se extendió a abril”.
Dijo que el problema es cuando hay calor (que ya no tardan los días cálidos), es cuando la cosecha se terminó y el producto que queda ya pierde calidad.
Agregó que afortunadamente para los productores, lograron sacar la mayor parte de la cosecha en este tiempo, antes de que se vinieran los días de cuarentena por el coronavirus y el calor.
Comentó que en el valle de San Luis, se tienen 4 mil 200 hectáreas de todo tipo de hortalizas fresca, siendo de las principales el cebollín, espárrago, brócoli, etcétera.
Dijo que no se contabiliza al espárrago, que es considerada perenne, las otras son cíclicas.
“La mayor parte de los cultivos hortaliceros que se producen son del ciclo otoño-invierno, y se cosechan en estos meses, el calor es un factor determinante para que no haya cosecha, en cuanto aumenta la temperatura, se pierde lo que queda de la cosecha”.
Las altas temperaturas pueden hacer que las cosechas de hortalizas se pierdan, por eso aprovechan los productores cuando hay clima fresco para alargar un poco la temporada de esos productos.