Hoy lunes 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, y es considerado el origen de los alimentos.
De acuerdo al instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), en Sonora se gastan trimestralmente, en promedio, 9 mil 422 pesos en alimentos consumidos en el hogar.
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De ellos, en cereales se gastan 967 pesos, en carnes de res 818 pesos, en verduras y legumbres 796 pesos, en carne de aves 502 pesos, en tortillas de maíz 495 pesos y en huevo 466 pesos.
Cabe señalar que este día se celebra desde 2014 por la Organización de las Naciones Unidas, a propuesta de la FAO.
Los suelos son el origen de los alimentos y en el hogar; el rubro en que más se registra mayor gasto corriente trimestral es el alimentos y bebidas, de ahí la importancia del estudio, conservación y recuperación.
Sader
La directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Sol Ortiz García, resaltó la relevancia del suelo como un recurso fundamental para la agricultura y la vida en el planeta.
Detalló que 95 por ciento del suministro mundial de los alimentos depende de la función del suelo, es hábitat del 25 por ciento de la biodiversidad del planeta y forma parte fundamental del ciclo de nutrientes y otros ciclos biogeoquímicos.
Sin embargo, dijo, los suelos de nuestro país enfrentan un escenario complejo ya que, 64 por ciento muestra algún nivel de degradación y parte de esa condición se asocia al impacto de las actividades agrícolas.
El 28 por ciento de las unidades de producción presentan como principal problema la pérdida de fertilidad del suelo, mientras que, en los Distritos de Riego, 20 por ciento de la superficie tiene problemas de salinidad, procesos que se incrementan debido a los efectos del cambio climático.
Expuso que las funciones como filtración de agua, reducción de contaminantes y captura de carbono, entre otras, colocan al suelo como un recurso esencial para garantizar la seguridad alimentaria y combatir la contaminación del agua y el aire, así como la pérdida de biodiversidad.
Dijo que la importancia de poner sobre la mesa las tareas pendientes para contar con un suelo sano y funcional para la sociedad y las generaciones futuras, metas que sólo se cumplirán con la colaboración de funcionarios, académicos, técnicos, productores y población en general.
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Comentó que este recurso se consideró como materia inerte por muchos años, pero, desde el inicio de la actual administración federal, se han involucrado investigadores para trabajar en la microbiología del suelo, toda vez que la academia es el pilar de conocimientos que sostiene las nuevas prácticas agropecuarias.
Expuso que, dado que una masa forestal lleva décadas en restaurarse y el suelo centenares de años, es fundamental que este recurso se coloque en la agenda de los gobiernos para lograr una definición de política pública que garantice la sostenibilidad del suelo en beneficio de las futuras generaciones.
