Las nuevas herramientas tecnológicas, el conocimiento compartido y la recuperación de los saberes de nuestros antepasados permitirán al sector primario responder a las nuevas necesidades de alimentación del mundo, provocadas por la pandemia, conflictos geopolíticos y los severos efectos del cambio climático.

El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.

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Al participar en un conversatorio, en el marco del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad celebrado en Ciudad Obregón, aseguró que hay un gran espacio para seguir garantizando la alimentación de nuestras sociedades, pero se deben establecer cambios en los sistemas agroalimentarios, sobre todo en Sonora.

“La agricultura, al igual que otros sectores, tiene que reconocer que se deben hacer cambios, no podemos resolver problemas nuevos con herramientas viejas, puesto que es necesario alcanzar un campo más productivo con lo que se tiene disponible, expresó ante productores, investigadores, autoridades del continente y representantes de organismos internacionales”.

Agregó que no se trata de ampliar la frontera agrícola, sino de recuperar aquella que tuvo vocación a través de nuevas herramientas e instrumentos tecnológicos y compartir el conocimiento alcanzado, sin dejar al margen a productores, comunidades y países.

Dijo que hay que recuperar la información de las tecnologías y prácticas que permitirán alcanzar una agricultura más sustentable, basada en la experiencia histórica.

Expuso también la necesidad de trabajar para hacer atractiva la actividad primaria y, de esta forma, arraigar a los jóvenes y que vean un futuro digno en el campo mexicano y en el del continente.

La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, Lina Pohl Alfaro, manifestó que México es de los pocos países de América Latina que está pensando del suelo para abajo, es decir, trabaja en alternativas para proteger el recurso suelo.

Resaltó que, aunque América Latina solo concentra el 15 por ciento de territorio y el 9 por ciento de la población mundial alberga al 50 por ciento de la diversidad del planeta, lo cual nos obliga a asumir la responsabilidad de protegerla con una agricultura resiliente, sostenible y responsable.

“Debemos proteger la biodiversidad para la gente, no de la gente, hacer políticas públicas enfocadas a protegerla, pero al mismo tiempo a sacar de la pobreza a los productores latinoamericanos, invertir en ciencia y tecnología y asegurarnos de que esas innovaciones lleguen a todos los productores”.

Mencionó que, en la actualidad se vive en una “tormenta perfecta”, pues como nunca antes el mundo se enfrenta al bajo crecimiento económico, hambre, guerra, altos precios de los alimentos y cambio climático y la única manera de salir de ella es articular las políticas públicas con la ciencia e innovación tecnológica, el trabajo del sector privado y la ayuda de la academia y organismos internacionales.