Hace 70 años se creó el primer Cuerpo de Bomberos de esta ciudad, por lo cual se adquirió una máquina extintora de fuego, de la marca GMC, modelo 1953, que hasta la fecha se conserva y está en exhibición en la estación central.
El señor Jaime Ortega Mejía, fundador del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Luis, contó que esta agrupación surgió por iniciativa del profesor Humberto Ochoa Martínez, apoyado por sanluisinos que se dieron a la tarea de llevar a cabo una serie de actividades y hacer gestiones para poder concretar el proyecto.
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En los inicios de Bomberos Voluntarios, el primer comandante fue Jesús María Cañez Badilla; mientras que el segundo comandante fue Lauro Quiroz y como tesorero-secretario fungió Alfonso Jaime Hernández.
Cuando los bomberos comenzaron operaciones, el cuartel estaba ubicado en la avenida Juárez y calle Segunda, bajo una ramada improvisada, en donde permanecían atentos a los llamados de auxilio de la población, a los cuales acudían en sus propios autos o de “raite” en taxis.
Jaime Ortega, quien se integró a Bomberos Voluntarios en l953, a la edad de 17 años, dijo que para combatir el fuego llenaban de agua los baldes de aluminio y para hacer otras labores de rescate usaban hachas que ellos mismos hacían.
“En ese tiempo no había teléfono. Nos enterábamos de los incendios porque mirábamos el humo o porque los taxistas venían y nos avisaban a la estación, incluso, hasta ellos mismos nos daban raite”, externó.
COSTÓ 10 MIL DÓLARES
Fue en 1955, durante la administración de Eulogio Medina Hoyos que se les asignó un terreno en donde ahora se ubica el Palacio Municipal y meses después se cambiaron al callejón Juárez y la calle Quinta donde hasta la fecha se localiza la estación número 1.
Con el paso del tiempo fueron adquiriendo herramientas y equipo, y gracias a que el señor Andrés Hernández quien era administrador de la Aduana Mexicana en esta ciudad, fungió como aval en el banco, se pudo obtener un préstamo de dinero para comprar la primera máquina extintora de fuego que costó 10 mil dólares. Monto que fue posible pagar a la institución bancaria con actividades organizadas por los bomberos.
Cuando la máquina extintora llegó a esta frontera, recorrió varias calles para que la población se enterara que ya se contaba con una unidad de este tipo que sería utilizada para apagar los incendios que se suscitaban no solo en esta ciudad sino en el valle y localidades aledañas como los poblados rurales de Mexicali, así como en los municipios de Gadsden y Somerton, Arizona.
En esos años que comprendieron la década de 1950, los Bomberos Voluntarios atendían, principalmente, llamados de auxilio de personas que caían a los canales de riego, extraviados en el desierto e incendios en las despepitadoras de algodón.
Jaime Ortega recordó que la primera máquina extintora se utilizó para apagar un incendio de gran magnitud que se suscitó en 1957 en una gasolinera que estaba ubicada en la avenida Constitución y calle Tercera, propiedad del señor Óscar Miranda.
Esta unidad aún permanece en la estación de Bomberos Voluntarios del callejón Juárez y calle Quinta, la cual hasta hace tres años aún era utilizada en los desfiles, sin embargo, actualmente está en reparación.