La señora Bertha Bobadilla Ruelas es una mujer ejemplar ya que ha dedicado gran parte de su vida a atender a niños y niñas vulnerables en el albergue infantil Bethel, el cual convirtió en su hogar hace 26 años al quedarse a vivir en este lugar, de forma definitiva.
En el marco del Día Internacional de la Mujer es importante destacar la labor que ha venido efectuando Bertha Bobadilla a lo largo de su vida, pues a sus 86 años sigue aportando su granito de arena para tener una mejor sociedad, con niños y niñas sanos y felices.
Cabe mencionar que Bertha Bobadilla colabora con el albergue infantil Bethel desde 1980, siguiendo el ejemplo de su padre, el señor Antonio Bobadilla, quien fue uno de los fundadores de esta institución, pero fue hasta 1998 cuando tomó la decisión de mudarse a este lugar para estar al pendiente día y noche de los niños y las niñas.
Bertha Bobadilla nació en Tepic, Nayarit, y ahí radicó hasta los 18 años. “Un día, mi papá nos dijo que íbamos a venir a la frontera. Mi papá era comerciante y quiso venir a San Luis a probar suerte con su negocio de venta de ropa. Estuvo atendiendo muchos años en la Obregón y Segunda”.
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Agregó: “Yo le ayudaba a vender, a veces me tocaba estar en la caja cobrando y otras veces atendía en piso a los clientes. Vendíamos ropa y calzado que mi papá mandaba traer de Ciudad de México, Guadalajara y Guanajuato. En ese tiempo iba mucha gente al centro, iba mucha gente de los ejidos, sobre todo cuando era la temporada de la pizca de algodón y también venían del otro lado a comprar aquí”.
Tuvo su propio negocio
Bertha Bobadilla trabajó en el negocio de su padre hasta que contrajo matrimonio, a los 19 años de edad, pues tomó la determinación de dedicarse, por un tiempo, al hogar y más adelante a atender a sus 6 hijos.
En Tepic tuvo la oportunidad de estudiar la carrera de comercio en el Colegio México donde aprendió todo lo relacionado a esta profesión y años más tarde, una vez que se casó los aplicó en la apertura de un negocio propio de venta de ropa para niños y niñas, que funcionó por 15 años en un local de la avenida Obregón entre las calles Primera y Segunda.
Bertha Bobadilla actualmente está dedicada 100% a atender a los niños y niñas que viven en el albergue, a quienes quiere como a unos hijos e hijas y ellos y ellas la ven como una madre por eso la llaman cariñosamente “mamá Bertha”.
Aunque pudiera pensarse que estar al cuidado de decenas de niños, niñas y también de adolescentes no es una tarea fácil, para Bertha esta labor no resulta complicada porque asegura que todos son muy buenos, muy inteligentes, dedicados a las labores de la escuela y de la casa.
La señora Bobadilla señaló que sus hijas Olivia y Leticia, así como su nieta Brenda la auxilian en la atención del albergue en el cual, actualmente, viven 10 niños que tienen entre 4 y 16 años.
El sostenimiento de este lugar es gracias a las aportaciones económicas y en especie de la familia de Bertha Bobadilla, de grupos de personas de Estados Unidos, del empresario sanluisino Jorge Salas y de la familia de la tortillería superior.
Es una mujer plena
Bertha Bobadilla indicó que a sus 86 años de edad se siente una mujer plena y satisfecha de las acciones que ha llevado a cabo a lo largo de su vida. Considera que ser mujer no es tarea fácil porque las mujeres deben cumplir con múltiples funciones como trabajar dentro y fuera del hogar, ser madre y esposa. Sin embargo, ser mujer es lo mejor que le pudo pasar en la vida porque le dio la oportunidad de tener hijos biológicos y otros que ha adoptado como propios por medio de su trabajo dentro del albergue infantil. “Soy muy feliz en este lugar. Aquí me he podido realizar como mujer y como madre de muchos niños. Voy a estar aquí, en el albergue, hasta que Dios quiera, hasta que Dios me preste vida. He pensado en retirarme, pero no puedo, no puedo dejar a mis niños”, finalizó diciendo Bertha Bobadilla.