No parecía ser una noche diferente, era una de esas en las que el verano parece no dar tregua en el desierto, sólo que ese día murieron 13 personas y cuatro más aún tienen secuelas por el incendio ocurrido en el Beer House, un bar que operaba a unos cuantos metros de la frontera entre Estados Unidos y México, en San Luis Río Colorado.
Aunque no existe una lista de sobrevivientes, quienes se han atrevido a relatar su historia aún buscan respuestas y las autoridades repiten una y otra vez que se mantienen abiertas las investigaciones. Como saldo sólo hay una persona detenida: El presunto incendiario.
Sylvia Ruiz García fue una de las últimas personas en tener contacto con José Luis “N”, el hombre de 28 años que cerca de la 1:30 de la mañana del sábado 22 de julio prendió fuego a la entrada del bar ubicado en la calle Sexta y callejón Internacional.
“No entiendo por qué lo hizo, sí me gustaría tenerlo de frente y preguntarle ¿qué te pasó por la cabeza?, ¿qué no miraste que ibas a matar a esa gente? ¿Por qué lo hizo?, porque yo ya viví, ya disfruté, ya tengo una vida hecha y había un muchachito de 17 años, un chamaquito y acabó con su vida con sus sueños, acabó con todo”.
En el interior del Beer House la vida les cambió a más de 60 personas que disfrutaban de la velada, algunos como Sylvia y su amiga Micha, estuvieron presentes sólo para oír al grupo Mitosis, una banda originaria de SLRC y que esa noche perdería a la mitad de sus integrantes.
En total once personas murieron en el lugar y seis resultaron con lesiones; días después dos de ellas murieron. De los sobrevivientes poco se sabe, tampoco de sus familias.
A más de cien días de ocurridos los hechos, Juan Francisco Encinas, padre de Víctor Hugo, una de las víctimas clama por justicia. En este incendio, su hijo, a quien muchos conocían como “El Pelos”, y sus dos acompañantes murieron.
“Yo no voy a dejar de poner el dedo en el renglón de que las autoridades tienen la responsabilidad. Se les tiene que llamar a cuentas, esto es más importante que lo que están haciendo, una campaña de relaciones públicas, lavándose la cara, haciendo control de daños con su horda de bots en las redes y un pésame que no les sale del corazón porque debería venir acompañado con una disculpa”.
Juan Francisco Encinas, padre de Víctor Hugo.
Con los primeros rayos de sol Juan Francisco recibió una llamada que le cambió la vida; buscaban a su hijo después de que ocurrieron los hechos. Sabía que “El Pelos” era cliente del Beer House. Su primera reacción fue buscarlo en los hospitales y para su sorpresa le dijeron que había salido caminando tras recibir atención médica menor “Era mentira”, relata. Víctor Hugo nunca salió del establecimiento.
La pesadilla dentro del bar
“Me gritaba ‘¡se está incendiando el bar!, ¡se está incendiando el bar!’, yo me quedé impactada porque obviamente dije ¿qué? y volteo y veo que entraba fuego. Nosotras caminamos a la puerta de salida y había no sé cuántas personas, pero enfrente de mí estaba un muchacho gordito, Micha y atrás de mí había un muchacho, yo no me había asustado hasta que ese muchacho empezó a gritar”.
Acompañada de su amiga, Sylvia detalla que “llegaron a barrer” porque se trasladaron desde Mexicali, ciudad donde residen, a escuchar a la banda de rock. “Se acercó la chica, que en paz descanse, la muchacha del cover, la que cobraba porque entramos por una puerta que no era. Éramos todas las personas que había en ese momento”.
Las mujeres escucharon la prueba de sonido, reconocieron a Walter Avilés como gerente del lugar. Varios días después se enterarían de que era el dueño y una de las víctimas porque su pareja, la mujer que trabajaba en la taquilla falleció en el incendio.
Cuando los integrantes del grupo musical Mitosis hicieron una pausa llegó un cliente de nombre José Luis.
El hombre le pidió permiso a Sylvia y Micha para sentarse en su mesa, les ofreció una rosa de las que se vendían en el lugar, pero no fueron aceptadas. Al principio parecía no importarle el rechazo de las mujeres y empezó a bailar, recorrió algunas mesas y envió flores a otras jóvenes y todas le fueron regresadas.
A simple vista sólo era alguien que había bebido de más, algunos sobrevivientes señalan que se encontraba en estado de ebriedad, pero parecía que esto no le impedía divertirse hasta que se inició una pelea entre clientes.
Sylvia compartió que tras esa pelea José Luis y otro joven tiraron las cervezas que había en su mesa y al momento de caer, ella sufrió una herida con un cristal y fue al baño para limpiarse, en ese instante José Luis fue retirado del lugar.
En la mesa al lado de la que ocupaban Sylvia, Micha y José Luis estaba sentado Leonardo Escobar quien fue acompañado esa noche por su esposa, su hija y dos personas más, lo hacían de manera frecuente porque los clientes se conocían entre sí y compartían el gusto por el género musical que se tocaba en el lugar.
“Mi hija me hizo señas de que estaba hostigándolas, pero lo hizo demasiado tarde, tal vez si me lo hubieran dicho antes, lo podrían haber sacado rápido. Creo que se sintió humillado y eso desató su ira, es posible que pensara que solamente los iba a asustar, pero nunca se imaginó lo que desencadenaría”, detalla.
Testigos de un bar contiguo llamado California’s y, al que José Luis ingresó primero, mencionan que los guardias de seguridad le pidieron que se retirara del lugar luego de que una clienta se quejara de acoso.
Segundos después cruzaría la calle y continuaría su travesía hasta llegar al Beer House. A simple vista su aspecto era de un hombre trabajador y el automóvil que conducía era de una llantera o vulcanizadora móvil.
Tras ser expulsado, en las imágenes de las cámaras de seguridad de un comercio de la zona, se puede observar a José Luis conversando con otro hombre a la 1:49 de la mañana, hasta el momento las autoridades no han presentado información sobre este individuo que se reunió con el presunto responsable. El video es claro se sube a su carro, lo enciende y da reversa, segundos después se estaciona frente al lugar de los hechos donde se baja para rociar combustible en el acceso principal y prenderle fuego, luego se retira. Todo sucedió en menos de tres minutos.
No fue detenido en flagrancia cuando incendiaba el lugar sino hasta unas horas después, su identidad se descubrió al revisar el video. Ese mismo día a las 14:00 horas el fiscal general de Justicia del Estado de Sonora, Rómulo Salas Chávez, desde San Luis Río Colorado, confirmó la detención del presunto culpable, quien en la actualidad está vinculado a proceso.
En las mismas cámaras de seguridad se aprecia cómo a los diez segundos de que inicia el fuego las personas empiezan a salir del Beer House, algunas se suben a sus vehículos y se retiran atónitos, otras intentan ayudar y las otras no salen.
Ya en su automóvil, José Luis, el hombre señalado por las autoridades como responsable conduce hacia avenida Álvaro Obregón durante 15 cuadras hasta llegar a la Calle 21 e ingresa a la fiesta de un hotel y decide bañarse en la alberca, minutos más tarde se traslada a su domicilio, estaciona su vehículo de trabajo y se duerme.
En ese momento, pero al interior del baño de mujeres, ubicado a un costado del escenario, Sylvia Ruiz García terminó de limpiarse las piernas y se retiraba los pequeños cristales de las botellas de cerveza que se encajaron en su pie. Cuando se paró en la puerta del baño Micha había ido por ella y al interior del bar ya reinaba el caos. El incendio había consumido en pocos segundos la puerta de entrada del bar.
De acuerdo con el informe oficial que se emitió por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Luis Río Colorado, el reporte lo recibieron a la 1:36 de mañana y llegaron tan sólo dos minutos después. Para ese momento, algunos clientes habían solicitado extinguidores a los bares aledaños para intentar acabar con el fuego. Los intentos fueron nulos.
En el comunicado se advierte que una vez que apagaron el fuego, entraron por las víctimas mortales, que en ese momento fueron diez, aunque minutos después sumarían 11, además del hallazgo de seis personas lesionadas, mismas que fueron trasladadas a hospitales cercanos, incluso el vocalista de la agrupación y su esposa fueron llevados a Arizona para recibir atención médica.
Entre las víctimas se encontraba Julisa y su hijo Emilio, quien apenas tenía 17 años. En el interior también perdió la vida Miguel Ángel Contreras Arreola, quien minutos antes le había vendido flores a José Luis.
Una de las primeras personas en ser identificada sin vida fue Lizbet Denisse Nava, pareja sentimental de Walter Avilés, el dueño.
Entre las personas fallecidas también se encontraron tres de los seis integrantes del grupo musical Mitosis, Aarón Hernández, Ricardo Martínez y Adrián Becerra. Tres semanas después, tras recibir atención médica en el Estado de Arizona, el 11 de agosto, falleció Antonio Cisneros, vocalista de la agrupación. Unas horas antes había fallecido Lizeth Alejandra Reyes Medina, una enfermera que recibía atención médica en Mexicali. La cifra mortal hasta ese momento es de 13.