Aunque sí han visto agricultores reducción en el número de robos, el problema sigue latente, temen un nuevo embate de los “amantes de lo ajeno” ya que nuevamente están abiertos los puntos de acceso y salida que entroncan con el lecho del Río Colorado, brechas que suponen son caminos para fugarse con el botín.
El productor de trigo y algodón, Oscar Romo Ramos, indicó que la semana pasada se robaron alrededor de 25 pacas de algodón de un productor local, un daño por 8 mil 750 dólares.
También coincidió en este mismo sentido Juan Armenta Magaña, presidente del Sistema Producto Algodón, quien tuvo conocimiento de otro robo en un pozo de riego donde extrajeron una retroexcavadora.
Ambos aseguraron que el Centro de Atención Rural (CAT) que se puso en marcha la pasada administración, no ha sido un apoyo para las labores del campo, y consideran que operar la Base de Campamento, además de equipar con unidades y oficiales, sería de mayor ayuda.
“Hemos visto más vigilancia y menos robos, pero el problema no se ha acabado, temo que se estén preparando para dar un golpe más fuerte”, expresó Juan Armenta.
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