Cuando comienzan los climas fríos, aumentan las enfermedades respiratorias en la población y esta época del año coincide también con el inicio de la temporada de influenza, por lo que es necesario extremar precauciones para evitarlas.
De acuerdo con información emitida por el Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores (INAPAM), la influenza es una enfermedad que, si bien está presente a lo largo todo el año, tiene un mayor auge a partir de los últimos meses y puede llegar a extenderse hasta mayo del año siguiente.
Es una enfermedad viral aguda del tracto respiratorio superior, que se manifiesta a través de fiebre mayor a los 38 grados centígrados, escurrimiento y enrojecimiento nasal, escalofrío, dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad, dolor de pecho, diarrea y garganta ligeramente inflamada. También puede presentar tos severa, así como náuseas y vómitos, aunque esto es menos frecuente.
Aunque presenta síntomas similares a los del resfriado común (dolor de garganta, tos y secreción nasal), debe ser considerada como una infección viral grave que puede tener consecuencias devastadoras, especialmente en grupos vulnerables como las personas mayores, que pueden llegar a requerir hospitalización o, incluso, morir.
La influenza se transmite de persona a persona, a través de gotitas de saliva que se expulsan al estornudar o toser; también al saludar de mano, de beso o abrazo, a una persona infectada. Además, también se puede adquirir al tener contacto con superficies contaminadas por gotitas de saliva de una persona enferma, tales como mesas, teclados de computadora, artículos deportivos, manijas, barandales, teléfonos, pañuelos desechables y telas.
El virus entra al organismo por la boca, nariz y ojos. En caso de presentes los síntomas anteriormente mencionados, no deben automedicarse, sino acudir de inmediato con tu médico para recibir el diagnóstico y el tratamiento viral específico, junto con los medicamentos que ayuden a mitigar las molestias. De igual forma, es conveniente tomar muchos líquidos, permanecer en casa y descansar
La mejor forma de prevenir la influenza es la vacunación anual, con ello, se reducirán las posibilidades de desarrollar neumonía y requerir hospitalización, debe aplicarse, principalmente, a niños entre 6 meses a 5 años de edad y a personas mayores de 60 años.
Otras medidas preventivas son: evitar cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire; abrigarse bien, utilizando gorro, guantes, bufanda (que cubra nariz y boca) y calcetines gruesos; consumir muchas frutas y verduras, sobre todo las amarillas y verdes, que ayudarán a sentirse mejor y a fortalecer las defensas del cuerpo y evitar el contacto físico con personas que tengan enfermedades respiratorias.
En las unidades de salud pública de esta ciudad como son el Centro de Salud Urbano de la Secretaría de Salud de Sonora y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuentan con vacuna contra la influenza a disposición de la población en general.