Así vivían las “Familias de antes” en SLRC

Las mujeres se dedicaban a atender el hogar, mientras los hombres se encargaban de salir a trabajar para solventar los gastos que se suscitaban dentro del entorno familiar

Gloria Negrete | Tribuna de San Luis

  · lunes 9 de agosto de 2021

El papá y los hermanos mayores de Ramón Noriega se desempeñaban como jornaleros agrícolas en el valle de San Luis Río Colorado/Víctor Félix | Tribuna de San Luis

Generalmente, las familias de antes eran numerosas pues estaban integradas por papá, mamá y hasta una decena de hijos que se divertían jugando en la calle por las tardes, al salir de la escuela.

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En la década de 1950 cientos de vacas eran traídas al rastro de esta ciudad y llevadas a los corrales de Mexicali /Víctor Félix | Tribuna de San Luis

“Esos eran buenos tiempos” escribió Ramón Noriega Rascón en su libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado”, en el cual narra que recuerda con nostalgia su niñez al lado de sus padres y 9 hermanos.

“Me consideraba muy afortunado pues no tenía que levantarme a las cuatro o cinco de la mañana para ir a trabajar como lo hacían mi padre y mis tres hermanos mayores”, señala.


MADRUGABAN PARA TRABAJAR


Lo pesado de la rutina empezaba cuando su madre y su hermana mayor se levantaban de madrugada, a las 3 de la mañana, para preparar el desayuno, comenzando con la elaboración de tortillas de harina y café de grano que intercalaban con el pelado de las papas, el picado de cebolla y el machacado de la carne seca con ajos, en un pesado contenedor hecho de fierro sólido.

Ramón Noriega destaca en su libro que su padre traía la carne seca del pueblo de Aribabi, ubicado en el municipio de Huachinera, al que cada año iba para pasar unos días con sus familiares y mandaba matar una vaca para traerse la carne que les duraba casi todo el año.


Desde las 3:00 de la mañana, las mujeres de la casa empezaban a preparar el desayuno/Víctor Félix | Tribuna de San Luis


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Una vez que quedaba listo el desayuno y el “lonche” para llevar al trabajo. Su madre despertaba a sus hermanos quienes no se querían levantar, sobre todo, el invierno pues les costaba trabajo dejar la cama y salirse de las cobijas calientitas.

Mientras los hermanos de Ramón desayunaban, su padre salía de la casa para encender el motor del automóvil a fin de que fuera calentándose y estuviera listo para partir.

El escritor resalta que sus hermanos aprovechaban el trayecto a la zona de trabajo para dormir otro rato, ya que las labores que realizaban en el campo eran pesadas pues consistían en el deshierbe, pizca o recolección de frutas y lechugas.

Desde niño, Ramón Noriega sintió gran admiración por su padre y hermanos quienes se esforzaban para que la familia tuviera lo necesario para vivir bien.

Lo pesado de la rutina empezaba cuando su madre y su hermana mayor se levantaban de madrugada para preparar el desayuno para los varones de la casa que iba a trabajar

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La mamá y la hermana de Ramón Noriega, todos los días hacían tortillas de harina para el “lonche” de los hombres de la casa/Víctor Félix | Tribuna de San Luis