Afectado por la pandemia, varado en San Luis Río Colorado se encuentra el joven Antonio Leyva, originario de Honduras, pero crecido en Guatemala, quien tras haber huido de su lugar de nacimiento hoy no puede ni regresar a éste, ni a Estados Unidos donde por un tiempo vivió de manera ilegal y está su esposa y su pequeño hijo esperándolo.
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Hace unos meses, el joven de 27 años de edad salió del país al que entró de forma irregular y donde decidió rehacer su vida, sin embargo, una posibilidad de “arreglar” su situación migratoria en Estados Unidos, lo llevó a salir y buscar a su país por documentos para iniciar con los trámites.
No obstante, Antonio como miles de migrantes, no contaban con una pausa indefinida en los procesos migratorios, tanto de su país natal como en Estados Unidos, lo que lo ha frenado a moverse de San Luis Río Colorado, donde desde hace unos meses se encuentra.
Aunque el hondureño no ha sido directamente afectado por el Covid-19, al tomar en cuenta que no se ha enfermado, si ha sido víctima indirecta de los efectos de la pandemia, ya que sus trámites han tenido que detenerse y no hay fecha para que ello se regule.
“Por mientras estoy aquí en San Luis, extrañando mucho a mi esposa y mi hijo, eso es lo que más me duele, estar lejos de ellos y más en estos momentos de tanto dolor en el mundo, sé que me necesitan y yo los necesito a ellos”, expresó.
VOLVERÍA A CRUZAR COMO “ILEGAL”
Ante un panorama incierto, el joven no descarta la posibilidad de intentar cruzar de manera ilegal a Estados Unidos y olvidarse cuanto protocolo exista, con tal de volver a reunirse con su esposa e hijo en California.
A los migrantes, la pandemia no solo nos afecta cuando salimos contagiados, hay muchas formas de que ésta nos daña
“Estoy indeciso en el tiempo que estaré aquí en San Luis esperando, pero la verdad es que me gustaría volver a cruzar, brincar el muro y correr por todo el desierto hasta llegar a un punto seguir en Estados Unidos como ya lo he hecho anteriormente”, contó.
AGRADECIDO CON DIOS
Para Antonio, el estar vivo es motivo de agradecimiento diario a Dios, pues de su regreso de Honduras hasta La frontera sanluisina vivió una experiencia que sin duda la recordará toda su vida, ya que, en su condición de extranjero sin documentos en México, tuvo que viajar de Chiapas a Sonora en el tren “La bestia”.
“Fui asaltado cinco veces hasta que me quitaron todo lo que traía, me golpearon, me amedrentaron, me humillaron y me tocó ver cómo ciertas personas tratan a los migrantes que buscamos llegar a la frontera norte en búsqueda de un mejor futuro”.
“De milagro estoy con vida y es que Dios me quiere con vida porque tengo una esposa y un hijo con quien reunirme y a quienes sacar adelante. Estoy seguro de que él no me ha quitado la vida porque nos quiere ver juntos de nuevo”, manifestó.
En casos similares al de Antonio, miles de migrantes esperan en las fronteras del norte de México a que el gobierno de Estados Unidos restablezca los procesos migratorios ante solicitudes de asilo político, ayuda humanitaria, solicitudes de perdón, entre otros temas.
Antonio Leyva lleva meses separado de su familia al salir de Estados Unidos y no poder volver ante procesos migratorios detenidos por la pandemia