Anhela visita de sus hijos en CERESO

La última vez que vio a sus hijos fue hace 8 meses, cuenta que los abrazo y les pidió perdón por lo que está pasando

Luis Carlos Bravo

  · sábado 22 de diciembre de 2018

Petunia se encuentra cumpliendo una larga condena en el CERESO de SLRC. /Foto: Luis Carlos Bravo

Volver a ver a sus papás y a sus hijos sería el mejor regalo que podría recibir esta navidad la joven Petunia, una mujer que se encuentra privada de su libertad en el Centro de Reinserción social (CERESO) de San Luis Río Colorado.

Petunia, de quien se protegen los datos personas por respeto a su privacidad, cuenta que desde hace 8 meses no ha visto a sus tres menores, quienes después de haber sido privada de su libertad ha sido poco el contacto que ha logrado tener con ellos, limitándose a enviarles cartas que escribe a mano.

Así quedó el auto Lexus 1998 color blanco, impactado contra una jardinera y palmera de gran altura, que estacionado fue chocado por un pick up Chevrolet Silverado color blanco esta mañana. Se desconoce si el cafre del volante resultó herido. / Fredy Mejía

La joven contó que lleva poco tiempo al interior del CERESO y le espera una larga condena por cumplir, en ese lapso solo ha podido ver a sus hijos una sola vez, momento que recuerda todos los días.

“De pronto volteé a la puerta y estaban mis niños entrando para verme; ese ha sido uno de los mejores días de mi vida”, platicó, “los abracé, les pedí perdón por lo que estaba pasando y lloramos juntos”, agregó.

Al ser cuestionada sobre lo que significaba para ella una navidad ideal, Petunia, como su madre le dice de cariño, compartió que sería pasarla acompañada de sus tres hijos y sus padres, compartiendo la cena y el mensaje navideño, “ya el lugar en que pase la navidad es lo de menos, lo que anhelo es ver a mis hijos y padres”, dijo.

Lejos de su navidad ideal, Petunia pasará las fiestas decembrinas al interior del CERESO al lado de sus compañeras de celda, mientras cumple con un día más de su sentencia, sin descartar una visita de sus menores.

“Existe la posibilidad de que vengan, así que ya les tengo su regalo de navidad, me encantaría ver sus caritas cuando los abran”