Elotes “La pionera” fue el primer negocio en la ciudad de venta de elotes cocidos, el cual fundaron Amada Baltazar Cruz y su esposo Víctor Cano Carmona, quienes llegaron a esta frontera procedentes de Acapulco, Guerrero, en busca de un mejor porvenir.
En su arribo a San Luis Río Colorado empezaron a trabajar en la pisca de algodón en los campos agrícolas del valle para obtener el sustento diario para sacar adelante a su familia, platicó su hijo Rafael Cano Baltazar.
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Debido a que, en el valle, además de algodón, era común ver sembradas hectáreas de maíz, Amada y Víctor tomaron la decisión de vender elotes cocidos que ofrecían en venta, en un principio, en una tina de aluminio que entre los dos cargaban recorriendo todo el primer cuadro de la ciudad.
Un día, el dueño de la tienda “tostón y peso”, localizada en la avenida Madero entre las calles Segunda y Tercera, les dio la idea de que se instalaran en una carreta frente a su negocio y así lo hicieron, contó Rafael Baltazar.
“Mis padres empezaron a vender elotes cocidos en una tina que, entre los dos cargaban y luego en una carreta de madera que ellos mismos adaptaron y después en un pequeño local como el que ahora tenemos”, expuso.
La familia Cano Baltazar ha innovado en la preparación, pues no solo son cocidos sino asados y se sirven enteros o en vaso, además hay gran variedad de salsas como la de aceite que lleva chile pico de pájaro, una de las favoritas en “La pionera”.
SACARON ADELANTE A SU FAMILIA
Rafael externó que gracias al esfuerzo, trabajo y empeño de sus padres fue posible el sostenimiento de 8 hijos, algunos de ellos lograron cursar y terminar una carrera universitaria, mientras que otros optaron por involucrarse en este negocio familiar.
Recordó que cuando tenía 10 años de edad se integró al equipo de trabajo de esta pequeña empresa; trabajo que combinada con sus estudios, ya que tenía la convicción de que debía apoyar a sus padres.
“Nos da gusto cuando la gente nos visita y nos dice que venían a comprar elotes cuando eran niños, que sus papás los traían al centro. Algunos comentan que recuerdan a mi papá, quien lamentablemente falleció hace 27 años y también a mi mamá, a ella la saludan, a veces, porque viene al puesto de vez en cuando”, refirió Rafael Cano.