Del paso de generaciones y gobiernos, la modernización y crecimiento de la ciudad entre otras cosas ha sido testigo Alfredo Díaz Ponce quien es un señor de 106 años originario de Irapuato, Guanajuato y quien llegó a San Luis Río Colorado en busca de una mejor vida.
Le sobreviven algunos nietos, dijo, ya que entre lo que ha visto pasar por este municipio es, la vida de sus hijos y su compañera de vida, quienes ya están descansando en paz, por lo que en su humilde casa, como él la describe, se acompaña de un bastón que además se ha convertido en su apoyo para caminar por la ciudad.
Está cansado de las entrevistas, comentó, porque no obtiene al menos un apoyo de los que le prometen que podría conseguir a través de las notas que le hacen los medios de comunicación, quienes se nutren de su conocimiento de lo que aún guarda su memoria.
Alfredo, nació en 1918, un 18 de enero y cuenta que cuando llegó a San Luis Río Colorado, no había ni parque ni palacio, ni muchas de las colonias que se ven actualmente, llegando a vivir en una de las primeras que se crearon.
“Yo te puedo decir todo de cómo era San Luis aquí, ¿me van a engañar o sí o no?, me han prometido muchas cosas, han venido de Yuma, Los Ángeles a entrevistarme ¿y qué me han hecho?. Vieras la casa que tengo te asustas, porque es una casa de puro cartoncito que me clavaron, con un sillón que es como mi cama. Mi bastón es mi compañía”.
Comenta que trata de solventar sus gastos personales con la pensión del Bienestar, que le llega puntualmente cada bimestre, pero que en ocasiones no le alcanza para mantenerse: “O me compro comida o me compro mandado”.
Le gusta mucho ir al Parque Benito Juárez, dijo, a donde va todas las mañanas a comprarse unos taquitos de 10 pesos, según lo que él cuenta, para luego regresarse a su casa a descansar para el siguiente día ir a pasear de nuevo.
Muchas memorias guarda Alfredo, entre las que cuenta haber conocido a fundadores de este municipio y a algunos presidentes municipales, así como historias de otros lugares, pues dice haber viajado por todo el estado de Sonora.
“Yo vendía sandías y melones y me iba al Sur del estado, Etchojoa, Villa Juárez (ahora municipio de Benito Juárez), Huatabampo y Navojoa, me acuerdo haber estado por allá, en donde también la hice de taquero”.