Ha sido un año complicado para los pescadores de aguamala, ya que la pandemia ha cambiado totalmente el panorama y la manera de operar de los compradores y los procesadores, así como de los trabajadores mismos, que dependen de la cantidad de personas que adquieran la especie para salir al mar.
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El presidente de la Asociación de Procesadores y Comercializadores de Medusa del Estado de Sonora con sede en Guaymas, Marco Antonio Navarro Fernández, informó que el Covid-19 ha cambiado seriamente la forma de trabajar ha afectado los precios de las pesquerías de manera negativa.
“Para empezar, si disminuye el número de compradores, disminuye el número de pangas que salen al mar, no podemos agarrar a todos, ya que nos falta la mitad de los compradores queda mucha gente suelta, hemos estado haciendo esfuerzos y compromisos por abarcar lo más posible, que la menor cantidad de gente se quede sin empleo”.
Agregó que además, existe el problema de la enfermedad y de la “sana distancia” en los centros de acopio, y afecta a los distribuidores.
Dijo que en estos momentos, son siete los compradores, pero el año pasado había 14, todos de China, y eso ha aquejado el mercado.
La pesquería de medusa trae problemas, pero este ha sido un año en que me ha tocado mayores problemas, en 14 años en que me he dedicado a esto
Expresó que a pesar de todos esos obstáculos, tratan entre todos los distribuidores que trabajen la mayor parte de la gente.
Aparte, no pueden tener tanta gente en las plantas y con las que están en ellos, hay que cumplir con una serie de requisitos.
“Tenemos que cumplir con ciertos requisitos de higiene, además de contar con un médico, hay que cuidar que haya la suficiente distancia entre los trabajadores para que no se enfermen entre ellos, hay que cuidar esos detalles”.
Cifras
El año antepasado (2018), que se comenzó la pesca en junio, fue histórico, porque se capturaron 62 mil toneladas; en 2019, comenzaron un poco tarde, debido a que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), les pidieron para las exportaciones un certificado que daba la dependencia, se perdieron casi 15 días.
Este año, se pretende recabar 45 mil toneladas de la medusa, el año pasado fueron 32 mil, por lo que la meta de este 2020 es la media que se tuvo en las temporadas recientes.
El año no pinta bien para los distribuidores de aguamala, debido a que faltan compradores, un precio bajo, y a la poca cantidad de gente que van a emplear en el proceso de almacenamiento y venta.