El uso del cubrebocas se ha vuelto obligatorio en la vida diaria del mexicano en la búsqueda de prevenir mayores contagios de Covid-19, ya que esta enfermedad se propaga por medio de gotas de saliva que se esparcen al toser, estornudar o hablar, sin embargo, esta medida estropea la capacidad de comunicación de las personas sordas.
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Al éstas comunicarse a través de la Lengua de Señas Mexicana (LSM) o bien apoyarse de la lectura de los labios de los demás para descifrar lo que están diciendo, el cubrebocas, no permite que la comunicación entre la comunidad sorda fluya de manera normal.
El profesor Alán Valadez Valdez, director del Centro de Atención Múltiple (CAM) Número 10, destacó que el cubrebocas, por su diseño tradicional no permite una comunicación efectiva, en quien necesita de la lectura de los labios para su comprensión.
“Lo que las personas sordas hacen es leer los labios de los que no hablan con la LSM, entonces si hay algo obstruyendo la vista al movimiento de los labios, ellos no tienen manera de saber qué es lo que están diciendo, ya que su sentido para captar es el de la vista, no el del oído”, expresó.
Además, dijo que incluso entre la comunidad sorda existe el problema pues muchos se apoyan de la gesticulación de los labios para expresarse, pues no todos dominan la LSM, aunque son cada vez más quienes la dominan.
Aunque a través de la web han aparecido versiones de cubrebocas adaptadas para personas sordas, es decir con una parte de vinil que permite la lectura de los labios, éstas no son tan comerciales o de fácil acceso, destacó el profesor.
“Esos cubrebocas que dejan ver los labios son una buena opción al buscar ser incluyentes con las personas sordas, pero la realidad es que no hemos visto todavía que alguien ya los porte. Creo que para eso aún nos falta”, agregó.
Según la nueva normalidad el uso del cubrebocas, es una de los principales requisitos para la cotidianidad, por lo que, al aportar por Valadez, habrá que esperar un tiempo a que dicha disposición se asiente para así buscar la inclusión de todas las personas, ya que se prevé que éste será necesario por un tiempo prolongado o mientras la pandemia persista, al menos en lugares donde haya más personas.