Don Adrián Guerrero de 86 años de edad, necesita el apoyo de la sociedad sanluisina debido a que hace 10 días sufrió una caída en el patio de su vivienda, lo cual le impide caminar.
Adrián, quien es conocido por sus vecinos como “Don Juanito”, tiene su domicilio en la avenida Jalapa B y calle 17 en donde habita en una pequeña casa construida con materiales de desecho como madera y lona.
“Don Juanito” nació en el estado de Zacatecas, pero hace poco más de 2 décadas llegó a Sonora, al municipio de San Luis Río Colorado en donde actualmente vive solo, pues asegura que desde hace mucho tiempo no sabe nada de su familia.
Cuando arribó a esta ciudad se desempeñó como fabricante de ladrillos, pero ahora por su avanzada edad ya no puede trabajar. Cabe mencionar que antes de la caída, Don Juanito caminaba con dificultad; sin embargo, por el momento permanece día y noche postrado en una cama porque sufre de intensos dolores en la cadera a causa del accidente que tuvo al salir al patio.
“Aquí he estado acostado todos estos días, sin poder caminar ni moverme. Me duele mucho la cadera, yo creo que me quebré el hueso. Ya me sacaron unos Rx, una señora de una iglesia vino y me llevó, pero no hemos ido al doctor. Tengo miedo y desconfianza de ir al hospital porque como tengo mucha diarrea y me ensucio a cada rato, tengo miedo que las enfermeras me bañen con agua fría”, externó.
Hasta el día de hoy, Don Juanito no ha tomado medicamento para el doctor, por lo que es importante que un médico lo vea para que determine qué problema de salud tiene el hombre de 86 años y, en base al diagnóstico, se le brinde el tratamiento adecuado.
El señor Guerrero vive en una pequeña habitación de madera que no está en óptimas condiciones para soportar el intenso frío que se está registrando en este municipio con temperaturas mínimas de 6 grados centígrados, por lo que solicitó a la sociedad que lo ayuden para tapar los huecos y evitar que ingrese el viento helado.
Además, Don Juanito requiere de personas que le lleven comida preparada, que lo ayuden a bañarse, a cortarse el cabello y a lavar su ropa porque por su condición de salud no puede hacerlo él solo.
Para finalizar dijo: “Ocupo que me ayuden a curarme del golpe. Nadie se imagina como me duele. No puedo caminar ni moverme, es triste. Solo yo sé lo que siento”.