Tal y como lo estipula el calendario eclesiástico, cientos de personas de la localidad participaron con fe y devoción en la imposición de la cruz del denominado miércoles de ceniza, como acto que da inicio a la temporada conocida como Cuaresma.
Fue Jean Paul Valenzuela Ibarra, párroco encargado del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, quien se refirió a este como un tiempo en el que se hace oración y se motiva a tener un encuentro con Dios.
“En el Nuevo Testamento, los que se iban a bautizar se quitaban la vestimenta, la quemaban y se bañaban en las cenizas que quedaban para después ser bautizados. Dejaban el hombre viejo e iniciaban una nueva vida, poniéndose otra vestimenta”, mencionó el presbítero Valenzuela.
Agregó, también, que “hoy, ya no se envuelven en esa ceniza, sino que la iglesia lo ha retomado de tal manera que se bendice esa ceniza como gesto del inicio de una nueva etapa, la cual termina en la pasión, muerte y resurrección de Cristo”.
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Durante todo el día y hasta altas horas de la noche de hoy, en distintos templos de la localidad, se llevarán a cabo homilías relacionadas al pasaje bíblico en el que Jesús duró cuarenta días en el desierto, evocando a la reflexión en temas como el perdón, la reconciliación
