A falta de eventos, payasita de SLRC se adapta a la “nueva normalidad”

Mila, quien durante la pandemia ha sido contratada en pequeños convivios o “desfiles de cumpleaños”, se dedica a vender algodones de azúcar

Oscar Gómez | Tribuna de San Luis

  · jueves 24 de septiembre de 2020

Mila Payasita se ha tenido que adecuar a otro formato de trabajo; por ejemplo, brindando sus servicios para “desfiles de cumpleaños”. / CORTESÍA | MILA PAYASITA

Preparar una rutina, maquillarse, ponerse una nariz roja, zapatos gigantes, peluca y vestidos de colores ya no es lo mismo para Mila Payasita, pues han sido meses muy difíciles en los que ya no ha tenido a niños y niñas qué divertir, pues debido a la contingencia sanitaria no han podido reanudarse los eventos sociales como las fiestas infantiles por temor a un brote de contagios de Covid-19.

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Pronto, el museo sanluisino podrá reanudar actividades. / Cortesía | Ayuntamiento de SLRC

Ella, quien es personificada gracias al talento de Angelina Monroy desde hace más de 7 años, llevaba felicidad y juegos a un promedio de 250 niños cada fin de semana; sin embargo, la última semana de marzo supo que esto cambiaría, ya que en ese entonces iniciaba la estadística de infectados en esta ciudad fronteriza.

Fue entonces que, buscando una manera de salir adelante y apoyar a su esposo con los gastos de su casa, la también madre de tres hijos decidió adaptar sus servicios y surgió la idea de promover su espectáculo para los llamados “desfiles de cumpleaños”, que consisten en celebrar a una persona desde un vehículo como en caravana, felicitándolos con sana distancia.

No obstante, ya que el número de estos eventos o pequeños convivios familiares eran casi nulos, decidió dedicarse también a la venta de algodones de azúcar para sumarlo a su lista de actividades para llevar el sustento, con lo que logra obtener una ganancia de 8 pesos por unidad.


Notorio ha sido el contraste entre los eventos sociales previos a la pandemia y los convivios familiares de la "nueva normalidad". / CORTESÍA | MILA PAYASITA


“Los vendo en vasos o en bolsita y me ha ido mejor que como payasita en esta pandemia; por ejemplo, tan solo para el siguiente sábado tengo un pedido de 150 algodones”, mencionando que es un número frecuentes de pedidos cada semana.

“Mi esposo mantuvo su trabajo, pero lo mío se detuvo por completo. Me quedé en `ceros´ cuando lo que hacíamos era ayudarnos mutuamente. A él le tocó hacerse cargo de todo”, compartió y dijo que hoy mantiene la esperanza de que exista un protocolo para reanudar las actividades sociales y seguir así con lo que más le apasiona.


Me gusta ser payasita y lo seguiré siendo; disfruto mucho y me esforzaré por mejorar mis servicios en esta pandemia. Tenemos que salir delante de alguna manera

ANGELINA MONROY (MILA PAYASITA)



OFRECE SUS SERVICIOS PESE A PANDEMIA

Sustituyendo su sonrisa por un cubrebocas y manteniendo ciertas medidas de higiene, Angelina mencionó que desde julio hasta el cierre de esta edición ha tenido al menos 10 eventos, pero subrayó que no es lo mismo pues tan solo en uno de estos tuvo solamente a dos niños qué divertir.

“Antes me tocaba de más de 50 personas, con música y todo, pero se han reducido mucho. Me tocó vivir esa experiencia y fue muy difícil creerlo, pero hice mi esfuerzo para entretenerlos. Sí es un contraste muy grande a aquellas fiestas de hasta 100 pequeñines”.


Una de las cosas que más extraña de las fiestas es convivir y jugar con niños y niñas. / CORTESÍA | MILA PAYASITA


Como parte de las actividades que puede hacer, sin necesidad de ser payasita, es la renta de máquinas para hacer palomitas y algodones de azúcar, así como de una mini-granja y juegos de feria, entre otras cosas.

“Esto no me va a detener. Yo le tuve que perder el miedo a esto y ahora disfruto mucho hacerlo. Me sentí bien rara al principio siendo Mila, pero es muy bonito interactuar con los niños, te diviertes mucho y hago muchos amigos”, dijo y agregó que quienes quieran emprender algún proyecto o sueño a que se atrevan sin temor a críticas.