Selena Quintanilla dejó un legado imborrable en la música que trasciende generaciones y fronteras. Con su talento innato, carisma arrollador y estilo único que conquistó los corazones de millones de fans en todo el mundo.
El último concierto de Selena Quintanilla en el Astrodome de Houston, Texas, el 26 de Febrero de 1995, es un tesoro de anécdotas y momentos inolvidables que continúan cautivando a sus fans y a las nuevas generaciones.
Más allá de su deslumbrante actuación y su talento indiscutible, existen algunos detalles curiosos que hacen que esta presentación sea aún más especial.
Entrada en carruaje
Selena no simplemente llegó al escenario, ¡lo hizo con el esplendor de una verdadera realeza! Su espectacular entrada en un carruaje real tirado por caballos desató la euforia entre la multitud.
El jumpsuit morado
Selena escogía los atuendos que usaría en cada uno de sus conciertos, y como era de esperarse de un ícono de la moda, el jumpsuit morado que lució en este concierto era uno de sus diseños personalizados.
Inspirado en un atuendo que la artista vio en una revista con estilo de los 70’s, este jumpsuit se ha convertido en una pieza legendaria en la historia de la moda y en un símbolo eterno del estilo único de Selena.
Este traje no solo destacaba por su vibrante color, sino también por su ajuste impecable y los detalles intrincados que lo hacían resplandecer bajo las luces del escenario. Hoy en día se encuentra en el museo de Selena, en Corpus Christi, Texas.
Música Disco
Selena sorprendió a todos con un emocionante remix de música disco que incluyó éxitos atemporales como "I Will Survive", "Funky Town", "Last Dance", "The Hustle" y "On the Radio". Esta mezcla ingeniosa y llena de energía no solo mostró la versatilidad musical de la reina del Tex-mex.
Lápiz labial
Durante esa noche, el micrófono de Selena estaba adornado con lápiz labial rosa. Este detalle revela el perfeccionismo y la meticulosidad de Selena, pues al ella acercarse mucho al mismo para cantar, lo manchaba antes de su presentación como una forma de asegurarse que al pegar la boca, sus labios no perderían su color.
La cantante, al finalizar cada concierto, limpiaba su micrófono con un cepillo de dientes. Sin embargo, el que utilizó esa noche en el Astrodome permanece con su característico labial rosa en su museo.
Este concierto histórico fue el inesperado cierre de la brillante en la carrera de Selena, y hoy en día se ha convertido en un tributo a su legado perdurable. A través de estos detalles curiosos, seguimos celebrando la vida y el talento incomparable de la reina del Tex-Mex.