Este fin de semana Guillermo del Toro podría convertirse en el tercer mexicano en ganar el Oscar a Mejor Director en los últimos cuatro años. Este es un logro de mucho tiempo de trabajo, considera Guillermo Navarro, quien en 2007 ganó el Oscar por su trabajo de fotografía en El laberinto del Fauno.
“(Esta es una nominación) muy merecida, es un gran película. Creo que se lo va a ganar por todo el recorrido que ha tenido”, dice Navarro sobre las nominaciones de La forma del agua al premio de la Academia.
El ganador del Oscar, que ahora debuta como director de un largometraje para televisión con Griselda, la reina de la cocaína, reconoce el aprendizaje que tuvo con Guillermo, aunque acepta que sus intereses como cineasta son distintos a los del tapatío.
“Con Guillermo nunca hice películas de este tipo, pero fue una gran oportunidad trabajar con él. Casi todas las cintas que hicimos fueron muy buenas. Él es un gran artista y ha sido una cosa maravillosa (trabajar con él)”, explica su participación en Cronos, El espinazo del diablo y las dos entregas de Hellboy.
Navarro acepta que este éxito no es exclusivo de Del Toro y que actualmente la industria mexicana está dando grandes frutos. “Llevamos mucho pasando buen tiempo en Hollywood, no solo está representando en los premios sino también en términos cinematográficos. Hemos pasado a tocar temas más universales, de cualquier tema, pero siempre centrados en la condición humana”, dice.