Renuente a los conciertos por streaming, Enrique Bunbury se adaptó a este formato musical propio de los tiempos del coronavirus. El pasado sábado el cantante ofreció su primer–y a su decir el único– show musical online desde España, donde se conectó con fans de todo el mundo.
Fue una actuación tan fría como cálida. Por un lado seca y sin la menor interacción con el público que lo seguía desde el otro lado de la pantalla. “Es un verdadero placer cantar y estar con ustedes, esperamos que les guste lo que hemos preparado”, fue una de las pocas cosas que dijo al micrófono durante toda la noche.
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Por otro lado, Bunbury entregó todo de sí sobre el escenario. Sus excéntricos movimientos con brazos y manos hacían sentir la vibra de canciones como El precio que hay que pagar, El cambio y la celebración y Las palabras, que fueron de las primeras canciones que interpretó.
Sus manos tomaban con fuerza el micrófono, que aunque alejado de su boca fue capaz registrar los tonos marcados en Curso de levitación intensivo y Posible, sus dos álbumes musicales más recientes y que presentó en vivo a través de esta plataforma.
En cuanto a producción no se escatimó. El escenario era como el de cualquier concierto masivo que Bunbury haya realizado antes. Su grupo de músicos lo acompañó, por momentos detrás y otras a un lado de él. Los juegos de luces ambientaron momentos acústicos como el que realizó con Porque las cosas cambian, donde el cantante tomó una guitarra. Mientras que la ágil dirección de cámaras y la calidad en alta definición de la imagen daban velocidad al show y metieron energía cuando cantaba Cuna de Caín, Infinito y Que tengas suertecita.
El saco color uva que usó en un principio desapareció a la mitad del show. Una bufanda del mismo color junto con unas cadenas quedaron colgando sobre su pecho; entonces los vistosos anillos y pulseras en las manos y muñecas del cantante se llevaron por un momento el show.
Pero poco después, la voz de Bunbury volvió al ruedo. Esta vez para cantar Los habitantes, El extranjero y Mar adentro, con lo que el exintegrantes de los Héroes del Silencio fue marcando el camino para la despedida.
“La gran diferencia es que ustedes están en su casa. Nosotros hemos montado aquí todo el escenario como si estuvieran aquí presentes”, dijo antes de agradecer a los técnicos de sonido, luces y cámaras, a quienes responsabilizó por el éxito del show. “Queremos agradecerles. Todo esto está siendo posible, podemos comunicarnos con ustedes que están en algunos casos a miles de kilómetros de distancia”.
Lady blue, El pálido punto azul y La constante fueron las últimas canciones con las que Bunbury despidió al público. Al final, un abrazo entre el artista y sus músicos cerraron la noche antes de terminar la transmisión luego de dos horas de concierto.