La operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) junto con la base Militar de Santa Lucía no es factible. En la trayectoria de los aviones existe un punto donde los vuelos convergen, lo que pudiera provocar hasta una colisión de aeronaves.
El presidente del Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica (CIMA), Gregorio García Morales, expuso que las trayectorias no son adecuadas para que estén operando al mismo tiempo. Además, ahora las aeronaves traen otras tecnologías, por eso se requiere otro aeropuerto con otras tecnologías y una amplitud diferente”, explicó al ser cuestionado sobre la propuesta del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, de construir dos pistas en Santa Lucía que operen junto con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
De acuerdo con el Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación de los Laboratorios Mitre, la trayectoria de los aviones hacen un embudo en el radar San Mateo, una zona de interferencia de menos de mil pies, lo que va en contra de las reglas de seguridad aéreas internacionales.
“Tener un avión a 100 o 150 metros de distancia es peligroso, eso no se debe. Y se tendrían que separar los aviones varios kilómetros y habría una capacidad mínima de aterrizaje y eso no se busca”, añadió en su momento, el director del centro, Bernardo Lisker.
En este sentido, mencionó que para implementar el plan alternativo del partido Morena, se tendrían que separar “tremendamente las aeronaves”, por lo que la capacidad operacional del país caería estrepitosamente ya que habría dos aeropuertos con menor o igual número de operaciones.
Por ello, dicho organismo internacional determinó que esta solución es técnicamente un proceso inseguro y no es viable aeronáuticamente. Gregorio García reiteró que los estudios proporcionados por Mitre son los más adecuados para la construcción del nuevo aeropuerto, y al tomar en cuenta la orografía Texcoco, consideró que “es el lugar correcto”.